El consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, Santi Vila, se dio ayer un baño de realidad y sensatez en el Parlament.
Vila explicó en comisión parlamentaria que confía en que en las "próximas semanas" se firme el contrato de servicios de Rodalies (Cercanías) con Renfe para abordar las acciones más prioritarias de la red y su desarrollo en Girona, Tarragona y Lleida.
El contrato de servicio con Renfe Operadora debería haber sido firmado a finales de 2011 para el periodo 2012-2015. Sin embargo, la Generalitat exigió al Ministerio de Fomento que desembolsara los 4.000 millones de euros que se comprometió a invertir en Plan de Rodalies 2008-20015. Ayer, Vila avanzó que ahora no reclamará nuevamente los 4.000 millones, dadas las dificultades presupuestarias, sino que su objetivo es que Fomento realice las actuaciones más urgentes en la red, al considerar que el déficit inversor de la red convencional catalana no es solo de nueva infraestructura, sino también de mantenimiento.
Renfe, que es la operadora de la red de Rodalies que ha sido traspasada a la Generalitat, acumula una deuda de 291 millones por la prestación de este servicio en los años 2010, 2011, y 2012. Para este 2013, la empresa dejaría de percibir otros 140 millones por la prestación de este servicio si el Ministerio de Fomento y la Generalitat no firman el acuerdo.