El puerto de Barcelona sigue manteniendo el equilibrio con infraestructuras que le permitan crecer en su negocio tradicional, el tráfico de carga, a la vez que aumenta su relevancia como principal puerto europeo de cruceros. Para no perder terreno en tráfico de mercancías, el Grupo Grimaldi pone hoy la primera piedra de la nueva terminal de transporte marítimo de corta distancia, también denominado short sea shipping. El acto contará con la participación del presidente del puerto de Barcelona, Sixte Cambra, y por el armador de la compañía italiana, Guido Grimaldi.
La terminal, en la que el grupo invertirá más de 20 millones de euros, contará con una superficie de 7,4 hectáreas. Asimismo, tendrá una línea de atraque en el Muelle Costa y, temporalmente, en el Muelle Ponent Sud.
Concesión a 15 años
La concesión otorgada el pasado mes de abril por el Puerto de Barcelona a Grimaldi cuenta con un periodo de validez de 15 años. Estas nuevas instalaciones, una vez estén operativas, se dedicará a los tráficos de carga rodada (camiones, plataformas y remolques).
El proyecto de la nueva terminal de Grimaldi incluye la construcción de una estación marítima para pasajeros con una superficie superior a los 3.000 metros cuadrados, la urbanización y pavimentación de la explanada, el control de los accesos y la instalación de tres pasarelas de conexión entre la terminal y los puntos de atraque de las embarcaciones.
Con esta nueva infraestructura, cuya primera fase de las obras tendrá un plazo de 13 meses, el Puerto deBarcelona contará con dos terminales especializadas en transporte marítimo de corta distancia: la Terminal Ferry de Barcelona (gestionada por Acciona Trasmediterránea) y Grimaldi Terminal Barcelona.
Este tipo de tráfico, en el que el Puerto de Barcelona es líder en el conjunto del Estado, incluye conexiones con Italia (con los puertos de Génova, Civitavecchia, PortoTorres y Livorno) y el norte de África (mediante enlaces con Tánger yTúnez).
