Cataluña

La actitud confiscatoria del Gobierno Francés

Juan Carlos Giménez Salinas, Abogado

Quisiera comentar una de las medidas estrella del gobierno socialista francés y de su presidente François Hollande con el fin de intentar disminuir el déficit entre los ingresos y los gastos en sus presupuestos estatales.

Una de estas medidas ha sido incrementar hasta un 75 por ciento el Impuesto de la Renta de la Personas Físicas (IRPF) a las grandes fortunas en Franciael. Se trata de una medida socialista diferente a las tomadas por un gobierno de derechas como el español. Todas aquellas personas que ingresen al año más de un millón de euros, deberán pagar tres cuartas partes al Estado francés.

No sé cuantas de estas personas habitan en Francia, pero al ser un país mucho más rico que el nuestro y con grandes profesionales e importantes empresas multinacionales debo pensar que pueden existir miles de personas que se encuentren en esa sitiación.

El impuesto lo considero tan brutal que bien merece comentarlo. Es decir, de una persona que cobra una determinada cantidad anual, el Estado se le queda el 75 por ciento y la persona que lo gana solamente percibe el 25 por ciento. Una persona que ha estudiado, carrera universitaria, algún master, acudido al extranjero para estudiar uno o varios idiomas diferentes al suyo y ha trabajado en una o varias empresas desde puestos inferiores, con tesón, voluntad y ambición para poder llegar a un cargo directivo, cuando llega a este cargo y cobra el millón de euros, el Estado le quita tres cuartas partes de aquel.

Lo mismo podríamos decir de un profesional liberal o de un empresario. A mi modo de ver la persona que se encuentra en estas circunstancias la primera reacción que tiene es maldecir al Estado por aplicar una medida de esta naturaoleza. En consecuencia, el individuo no se solidariza en abosluto con la medida en cuestión, se rebela contra ella y buscará todas las alternativas legales para escapar de ella por considerarla confiscatoria y totalmente injusta.

La reacción de todas aquellas personas que ambicionen alcazar ingresos similares será el cuestionar su trayectoria vital y plantearse alternativas que pueden ir desde el no hacer nada, al trabajar en el extranjero y, en todo, caso jamás llegar al límite nefasto del millón de euros ya que esta cifra provoca la rapacidad del Estado.

François Hollande ejecuta esta medida confiscatoria porque necesita dinero para sufragar todos los gastos del Estado. Es decir, por culpa de una mala administración o bien por haber creado un estado del bienestar sin hacer el mínimo cálculo para averiguar si el Estado será capaz de mantenerlo. La culpa de los déficits de los estados jamás pueden ser atribuidos al ciudadano, la culpa es siempre del político porque es el único que puede legislar. Además, los políticos son el único miembro de la sociedad que no sume responsabilidades por ello, ya que sus ingresos será los mismos tanto en época de crisis como en cualquier otra.

Las sociedades aguantan mucho, las personas soportan también muchas acciones de sus gobiernos aunque las consideren injustas, pero existe un dia que aparece la rebeldía popular.

La clase política europea no está a la altura de las circunstancias y muchos de estos políticos egoistas enmarañan el ambiente para disfrazar sus gravísimos errores y como embaucadores de feria intentan que comulguemos con ruedas de molino y no afrontan los problemas reales de nuestras sociedades ya que a los primeros que se les verían recortados sus derechos sería a ellos mismos.

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