
Cataluña camina hacia la independencia y el president Artur Mas quiere ser su pastor. El líder de CiU se siente fuerte tras una marcha por la independencia que congregó en Barcelona a cientos de miles de personas, la mayoría familias con hijos y abuelos que expresaron su deseo de separarse de España.
Lejos de tratarse de jóvenes radicales independentistas, el martes se manifestó en la Ciudad Condal la clase media y alta catalana, la que vota mayoritariamente a CIU y la que da las mayorías paralmentarias que pueden hacer posible el proceso de secesión.
Con ese sentimiento de fuerza, Mas hizo una valoración eufórica de la Diada Nacional y anunció que su ejecutivo empieza a trabajar desde ahora por la independencia del país ya que calificó lo acontecido el martes como un clamor de "una nación que quiere progresar y pide un Estado para seguir siendo"
En su opinión, Cataluña "es una nación que hace muchos siglos que existe, que quiere hacer su camino y por eso pide instrumentos, y ayer [por el martes] pedía instrumentos de Estado". Entre esos instrumentos, apuntó a una hacienda catalana que recaude todos los impuestos de los catalanes, en línea con su propuesta de pacto fiscal.
El giro de CiU está planificado
El president no esconde el giro hacia las tesis más independentistas que ha dado CiU. "El nuevo camino no comienza ayer [por el martes] sino que estaba trazado desde hace un año y medio", desveló, y afirmó que "la voz de los manifestantes era también la mía ". Recordó que Cataluña ha empleado demasiado tiempo y energía en la construcción de España para poder avanzar en el autogobierno. "Llevamos 30 años", pero "desde hace poco tiempo ha habido una vuelta de timón y ahora nos toca a nosotros, al pueblo de Cataluña, hacer nuestra propia transición", exclamó.
El presidente admitió que "nada será fácil pero todo es posible. No será fácil porque Cataluña no tiene ninguna de las estructuras de un Estado normal y esto no se construye de la noche al día". Tampoco "será fácil porque el Estado español no nos lo pondrá fácil, como siempre ha hecho" y recordó que no hay ni un solo precedente de un territorio como Cataluña que haya iniciado un proceso de independencia dentro de la Unión Europea. Admitió que ante el nuevo camino hacia la independencia hay ahora muchas preguntas que "no tienen respuesta por ahora", pero "todo es posible si hay voluntad, grandes mayorías y capacidad de resistir".
Sobre el pacto fiscal y la próxima reunión con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, el día 20 de septiembre, Mas argumentó que la soberanía fiscal forma parte de un proceso de independencia como éste, por lo que no hay una contraposición entre la propuesta de pacto fiscal y el proceso de autodeterminación. En su opinión, "no puede haber soberanía sin soberanía fiscal".
Respecto a las posibilidades de éxito de la reunión, reconoció que tiene muy pocas esperanzas, pero que le pedirá a Rajoy ya no sólo que le escuche a él sino que también "escuche al pueblo de Cataluña". Si el presidente español le niega el pacto fiscal, Mas no descarta convocar elecciones anticipadas para que el pueblo catalán se exprese.
PSC y PP, en contra
El primer secretario del PSC, Pere Navarro, exigió ayer a Mas que deje a un lado las "ambigüedades" y aclare si es partidario de la independencia de Cataluña. También anunció que su partido mantiene la apuesta por un sistema político español federal. Por su parte, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, pidió claridad sobre "el proceso de ruptura que está iniciando" y le ha advertido de que "se acabó la ambivalencia y el juego a dos bandas". "No se puede un día impulsar una manifestación independentista, hablar al día siguiente de que se ha iniciado este camino de secesión y después votar en contra de esta vía en el Parlament cuando lo propongan grupos como ERC".