
De un tiempo a esta parte, tanto en la prensa como en las numerosas tertulias que se prodigan en radios y televisiones se nota una cierta preocupación por la falta de confianza hacia nuestro país. En pocas de ellas, supongo que por desconocimiento de las finanzas internacionales, se pretende hablar de economía, cuando solamente se habla de dinero.
Pues bien, si es preciso podemos hablar de dinero, pero antes hay que hacer algunas considereciones:
a) El capital ni tiene patria ni cree en dioses ni leyes.
b) Nunca un banquero pondrá dinero bueno sobre dinero malo.
c) Los llamados mercados no existen. No son otra cosa que un cartel, pool o como queramos llamarlo, con unidad de acción especulativa. No crean que son inversores, son simples especuladores.
d) Ahora con el cloud computing no tienen que dar explicaciones a gobierno alguno, son autónomos y manejan a la perfección las técnicas informáticas.
El cartel de los especuladores internacionales, no se fía de un gobierno sin un vicepresidente económico. La dirección está en manos de dos dignísimos opositores pero que pertenecen, en lo clásico, al Trivium, o sea a las letras.
También se nos dice que todos somos iguales, pero la realidad demuestra, como siempre, que algunos son más iguales que el resto. Véase el caso de los sueldos y bonus de determinados banqueros. ¿Cómo se resuelve esto? Cuando Mister Cameron se entero de los trapicheos del Barclays Bank alterando el valor del Libor para perjudicar directamente a los hipotecados británicos, solo tardó veinticuatro horas en hacer despedir e imputar a toda la cúpula del Banco. Estas acciones son las que desean los mercados, escamados por los casos de Enron, World Com y sobre todo Lehman. Actuacion inmediata y sin componendas.
Otro factor negativo ha sido el desgraciado proceder del anterior regulador, o gobernador del Banco de España. En una triste conferencia de prensa en la televisión habló de provisiones, distinguiendo entre las específicas y las genéricas. Ante una comisión del Congreso mejoró porque dijo que también existen provisiones dinámicas. Este proceder debe haber llegado al alma de los responsables de los mercados. En efecto, en toda Europa se trabajan las auditorías con "normas de contabilidad generalmente aceptadas" y estas normas dimanan del Comité de las IAS o International Accounting Standards con sede en Londres.
La Norma número 37 regula las Provisiones y otros pasivos Exigibles. Define las Provisiones como liabilities of uncertain timing and amount, o sea partidas exigibles con vencimiento incierto e importe asimismo incierto. Por lo tanto, en ningún caso se admite que sean cifras susceptibles de ser anotadas como Fondos Propios de la entidad afectada sino como deudas o posibles deudas. En el primer test de stress de la banca nacional, estas partidas se pretendió colocarlas como Fondos Propios lo que fue rechazado por le UE a pesar de la férrea defensa que hizo del tema el gobernador del Banco de España. Se pretendió colar un gol a la UE como si fueran unos incapaces. Y no lo son.
La guinda que cubre el pastel del tema de la confianza es el informe publicado en la web del Ministerio de Economía (en english of course! ) que traducido dice: Resultados de la evaluación Independiente sobre el sector bancario español. Simplemente cualquier analista de los mercados a la vista de tal documento se echaría a temblar. Se escogieron los denominados "expertos" por el Gobierno español (parte interesada). Sus antecedentes están bien detallados en Internet. El Steering Committee está dirigido por el Banco de España. El comité de Asesores está formado de manera heterogénea y en su mayoría por funcionarios y seme ocurre preguntar, entre estos asesores ¿qué pintan sendos representantes del Banco de Francia y del Banco de Holanda? Cuando se trata de evaluar el sector bancario español. En su resumen final se estima que el paro a finales de 2015 fluctuará entre el 24 y el 28 por ciento de la población activa. A más que se mezclan en todo momento las churras con las merinas, los bancos en buena situación con los intervenidos o quebrados. ¡Toma confianza!
Artículo proporcionado por Javier Sedó Conde, miembro del consejo editorial de elEconomista en Cataluña.