La empresa de elaboración y venta de yogures artesanos apuesta por el modelo de franquicias para seguir creciendo
Llagurt inició sus andadas en noviembre del 2010 tras abrir el primer establecimiento de venta de yogures artesanos y ecológicos en la Rambla de Girona. Con menos de dos años en funcionamiento cuenta con una red de 12 locales repartidos en varios municipios de las comarcas de Gerona y Barcelona.
Tal y como reconoce una de las fundadoras del proyecto, Ingrid Rahola, "este año esperamos abrir entre 8 y 10 locales más y alcanzar los 30 en 2013". Olot, Granollers, Manresa, Terrasa, Igualada, El Vendrell, Tarragona, Reus y Castelldefels (Ànec Blau) son las localidades donde se instalará este año Llagurt.
Los nucleos urbanos con más de 30.000 habitantes son los que centran la atención de la empresa catalana, que descarta dar el salto a otras comunidades. "No podemos abrir locales fuera de Cataluña porqué trabajamos con productos frescos, elaboramos los yogures con leche fresca de granjas de Gerona", señala Rahola, quien considera que ofrecer un producto de calidad, autóctono y ecológico son valores añadidos de la empresa.
Inversiones seguras
Rahola y Gloria Salomó fueron las primeras que implantaron este modelo de negocio en Cataluña, tras descubrir el mercado de la venta de yogures artesanos a nivel industrial en Chicago.
La alternativa económica a los helados está funcionando bien y tal y como afirma Salomó, las previsión para este año es alcanzar el millón de euros en facturación tras conseguir en 2010 y 2011 unas ventas por valor de 200.000 euros.
Actualmente 5 de los 12 locales de Llagurt son propios y los otros 7, franquiciados y emplean entre 4 y 5 trabajadores cada uno. Cada tienda requiere una inversión de entre 50.000 y 70.000 euros y Rahola reconoce que diariamente reciben peticiones para abrir nuevos establecimientos. El objetivo de la empresa catalana es trabajar para crecer, pero siempre y cuando sean inversiones seguras que no impliquen un riesgo elevado, ni para la marca ni para el franquiciado.
A pesar de que el yogur no es un producto estacional como el helado, en los meses de verano, concretamente, desde abril hasta octubre la demanda se triplica.