La Generalitat de Artur Mas recurrirá a la ayuda del fondo de liquidez autonómico que ha creado el Gobierno central con 18.000 millones de euros, tal y como ha confirmado el portavoz Francesc Homs.
Tras Valencia y Murcia, que ya han hecho públicas sus intenciones, Cataluña sería la tercera autonomía que recurra al rescate del Estado. Por su parte, Andalucía intenta evitar la ayuda del Gobierno y negocia un préstamo privado de 800 millones de euros.
Cataluña, la comunidad más endeudada de España, afronta vencimientos por 5.755 millones de euros en la segunda mitad del año, incluyendo un gran vencimiento de 2.760 millones de euros a finales de noviembre.
La Generalitat ha asegurado que su situación está "muy lejos" de ser rescatada, aunque sí que ha admitido que está estudiando acogerse al fondo de liquidez que ha habilitado el Estado, como ya han hecho Comunitat Valenciana y Murcia, aunque la decisión aún no la ha aprobado formalmente.
En la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha restado importancia a que el Ejecutivo se acoja al fondo de liquidez, al igual que se ha acogido a "todos" los mecanismos que ha habilitado hasta la fecha el Gobierno central destinado a administraciones autonómicas.
Según Homs, "acceder a todo tipo de líneas que faciliten la gestión de nuestra tesorería es nuestra obligación, es lo que venimos haciendo desde hace un montón de tiempo".
Homs ha recalcado que la decisión de acudir al mecanismo de liquidez aún no se ha tomado formalmente y que acudir a él no implica en ningún caso ni un rescate ni una intervención, y que el Gobierno de Artur Mas está estudiando la letra pequeña de las condiciones del fondo.
El portavoz no entiende que desde algunos medios haya "interés" en presentar este fondo de liquidez como un mecanismo "más singular que otros", cuando de hecho se trata de una cuarta línea de créditos ICO, que el Estado ofrece para facilitar la gestión de la tesorería de las demás administraciones del país.
Homs se ha quejado de que algunos intenten transmitir la imagen de que "el acceso a las líneas de liquidez es un rescate", dándole una "connotación catastrofista", como si fuese "el fin del mundo". Para poder hablar de rescate de una comunidad autónoma, ha insistido, esa posibilidad debería ser aprobada en el Senado, tal y como contempla la ley de estabilidad presupuestaria, y Cataluña está "muy lejos" de esa hipótesis.
"No hemos pedido ningún rescate ni estamos en esta situación", ha ahondado Homs, en alerta tras constatar las consecuencias que tuvo la semana pasada la petición de auxilio financiero de la Comunidad Valenciana, al dispararse la prima de riesgo y desplomarse la bolsa.
Para Homs, resulta "obvio" que el Gobierno español impondrá unas condiciones a las comunidades autónomas que se apunten a este "ICO 4", pero ha considerado "erróneo" pensar que se van a tener que endurecer las medidas de control del gasto autonómico.
"Aquí no hay ninguna condición nueva, estamos en el mismo sitio", ha asegurado Homs, que ha reconocido que la Generalitat se encuentra en una "situación delicada, pero no más delicada" que la que se viene administrando en los últimos tiempos.
Mas-Colell levantó la liebre
La noticia la adelantó el consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, quien señaló en una entrevista con la cadena británica BBC que "Cataluña no dispone de otro banco que el Gobierno español. Así es la vida y todo el mundo sabe la situación de los mercados".
"Somos contribuyentes en España y es normal que apelemos a los servicios bancarios del Tesoro español", añadió el Mas-Colell. Explicando las razones, el consejero aseguró que había dos fundamentales: por un lado "tenemos que gestionar nuestra deuda" y por otro lado "tenemos que cumplir unos objetivos presupuestarios" y "esto tiene que ser financiado".
Preguntado sobre si teme que no haya dinero para todas las Comunidades Autónomas, respondió que "parecería que viniera de otro planeta si dijera que no estoy preocupado por la posibilidad de que se cierren los mercados para España".
Sobre la austeridad, Mas-Colell sostuvo que "quizá está matando al paciente" y defendió que las políticas europeas "definitivamente" no están siendo equilibradas entre el argumento del riesgo moral y los estímulos para revivir el crecimiento económico.
El consejero también dijo esperar que el mercado no se cierre completamente para España y que el Estado necesite un rescate completo, para lo que cree que deben implementarse las políticas europeas con suficiente rapidez y equilibrio como para generar confianza. "Eso sería muy bueno para España, sería muy bueno para Cataluña y sería muy bueno para el euro".