Ayer se celebró la segunda reunión de todos los partidos políticos catalanes para intentar consensuar una propuesta de pacto fiscal para mejorar el sistema de financiación de la Generalitat catalana.
El objetivo del encuentro, organizado por el presidente catalán Artur Mas, tenía como objetivo consensuar una propuesta que pudiera ser apoyada por todos los partidos políticos catalanes, especialmente el PSC.
El principal escollo que separa a convergentes y socialistas es la llave de la caja. Ambas formaciones quieren que sea la Agencia Tributaria catalana la encargada de recaudar todos los impuestos que pagan los catalanes, pero mientras CiU defiende la autonomía total de este organismo, el PSC pretende que dentro de la Agencia Tributaria Catalana exista una presencia del Estado. La diferencia entre los dos modelos consiste en que en la fórmula de CiU el Estado no tendría la llave de la caja y, por lo tanto, no podría acceder a datos inmediatos sobre la recaudación. Sólo en el momento en que se hicieran las liquidaciones (ahora se hacen dos años después) el Estado recibiría su parte (exactamente ahora ocurre lo contrario y es la Generalitat quien recibe las liquidaciones).
Por su parte, el PSC pide la presencia del Estado dentro de la Agencia Tributaria, de forma que la administración central seguiría teniendo información de primera mano sobre la recaudación en Cataluña. En esta coyuntura, Mas intentó ayer aproximarse al PSC al presentar un nuevo documento en el que la Agencia Tributaria catalana debería "disponer de plena capacidad y atribuciones para la organización y el ejercicio de las funciones propias de la gestión tributaria", si bien podría "colaborar y suscribir convenios" con la Agencia Tributaria estatal.
Según el portavoz en el Congreso de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, este documento debería servir de punto de partida para las negociaciones que deben celebrarse a partir de ahora hasta el día 25 de julio, fecha de la votación definitiva en el Parlament. Duran advirtió ayer de que la Generalitat "continúa en la tesis de la agencia tributaria propia" y que, aunque aquí hay diferencias con el PSC y en el texto presentado por Mas no se da la posibilidad de consorcio al Estado, sí se establece "una comunicación intensa con la Agencia Tributaria española". También señalo que en el texto queda "perfectamente asegurada la solidaridad" de Cataluña con el resto de comunidades autónomas y que "no se está cerrado a nada".
Por su parte, el PSC insiste en la necesidad de poner una cuota de retorno y de continuar con la solidaridad con el resto del territorio, algo que, según Duran, el texto recién presentado por Mas resuelve satisfactoriamente para los socialistas. Sin embargo, el portavoz convergente ha apuntado que esta solidaridad debe tener límites, una tesis que cuenta con el apoyo del PSC y que incluso el PP de Cataluña ha llegado a defender. El documento no fija un tope concreto, pero CiU estima que el déficit fiscal no debería superar el 4 por ciento del PIB de Cataluña.
El PP y Ciutadans, en contra
La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, avanzó ayer que su partido sopesa someter a votación su propia propuesta de pacto fiscal en el pleno el Parlament del 25 de julio, cuando se debatirá el nuevo modelo de financiación. Tampoco Ciutadans es partidario de este nuevo modelo fiscal.
Por su parte ERC e ICV mostraron su apoyo a la iniciativa de CiU, pero los republicanos advirtieron de que no aceptará ninguna rebaja sobre la Agencia Tributaria catalana.