La tasa de actividad emprendedora en Cataluña, que es el porcentaje de población de 18 a 64 años que ha tenido iniciativas emprendedoras en los últimos 3 años, es del 6,9 por ciento, un porcentaje superior al del conjunto del Estado (5,8 por ciento).
En un momento en que la contribución de las pequeñas y medianas empresas en la economía se ha reducido, la emprendeduría es una apuesta de muchos ciudadanos. En Cataluña hay cerca de 500.000 personas emprendedoras, de las que un 66,8 por ciento se encuentran en fase inicial de creación de empresas.
Ante este panorama, la patronal que representa a las micro, pequeñas y medianas empresas de Cataluña (Pimec), considera que todos los municipios de más de 10.000 habitantes y todas las capitales de comarca deben tener un lugar para acoger emprendedores que se encuentren en su primera etapa. Pimec propone crear viveros de empresas que ofrezcan a los emprendedores todo lo imprescindible para iniciar un negocio.
Activar la emprendeduría
Pimec ha entregado al departamento de Empresa y Ocupación de la Generalitat siete propuestas para activar la emprendeduría. Una de las sugerencias que plantea es apoyar la emprendeduría madura. Como recuerda el director de economía y empresa de Pimec, Modest Guinjoan, "la edad media de los emprendedores es de 39 años".
En la presentación de la novena edición del anuario de la pyme catalana elaborada por Pimec, que han presentado el presidente de Pimec, Josep González; el subdirector general del Banco Sabadell, Lluís Buil, y el director del departamento de economía y empresa de Pimec, Modest Guinjoan, se ha hecho hincapié en pedir que exista una simplificación administrativa real para agilizar los procesos de creación de nuevas sociedades.
En Cataluña, el 63,2 por ciento de la financiación de los nuevos proyectos corresponde a capital aportado por los emprendedores y el 36,8 por ciento restante es capital externo. Para los próximos tres años, un 10,2 por ciento de los catalanes tiene intención de emprender.
Reducción de pymes
La crisis económica ha pasado factura a las pequeñas y medianas empresas catalanas y esta situación se refleja en la reducción del número de empresas, la disminución del número de ocupados y la contribución de las pymes a la economía.
En 2010 se destruyeron 11.071 pequeñas y medianas empresas en Cataluña, lo que representó una reducción del 2 por ciento en relación al año anterior. Se ha pasado de tener 511.406 pymes en 2009 a contar con 500.335 en 2010. Así se refleja en la novena edición del anuario de la pyme catalana elaborada por Pimec.
Según González "las pymes son las más perjudicadas por la crisis" y a pesar de que los últimos datos disponibles sean de 2010, las previsiones para este año no son muy esperanzadoras, ya que se prevé un año duro para el sector. Un dato positivo ha sido la creación en Cataluña de 1.598 microempresas (hasta 9 trabajadores), especialmente del sector primario.
Las pymes generaron en 2010 el 51,3 por ciento del valor añadido bruto, que representa un 1,6 menos que en 2009; esto se traduce en una menor contribución de las pequeñas y medianas empresas a la economía catalana.
La evolución económica financiera de las empresas mostraron una cierta recuperación de la rentabilidad financiera, pero no ha sido suficiente para crear ocupación y la productividad del capital se mantuvo estancada.
Las dos partidas con un mejor comportamiento y que han salvado la economía siguen siendo el sector servicios y las exportaciones. Un 22,9 por ciento de las pymes del sector industrial exportaron en 2010 frente al 81,1 por ciento de las grandes empresas.
En relación con 2009, las exportaciones de las pymes catalanas han aumentado en todos los sectores, al igual que pasó con las ventas al exterior de las grandes empresas ese mismo año.
En 2010 aumentó el peso de los recursos propios en la estructura del pasivo: pasó de un 43,7 por ciento en 2009 a un 44,5 por ciento en 2010. El peso del endeudamiento de las empresas se ha reducido.