La reconciliación entre los dos accionistas mayoritarios de la multinacional española Ficosa, las familias Pujol y Tarragó, es casi imposible.
Tres hermanos de los Tarragó ( Josep María, Jorge y Xavier) convocaron ayer un acto público para reclamar a su tío, el presidente de Ficosa Josep María Pujol, y a su primo, el consejero delegado Xavier Pujol, que accedan a vender una participación mayoritaria de la multinacional a un socio externo y renuncien a la gestión, que sería asumida por un equipo profesional. "Hemos sondeado el mercado y ya tenemos varios socios interesados en tomar una participación importante", explicó a elEconomista Josep María Tarragó. Los interesados son "tanto empresas de capital riesgo como socios industriales del área de automoción", añadió.
La operación que proponen los Tarragó es una ampliación de capital de 75 millones de euros a la que renunciarían las dos familias y que cubriría el nuevo socio. Según Tarragó, "el objetivo sería reducir los 300 millones de deuda que arrastra Ficosa en su balance y que le suponen unos intereses de 22 millones anuales, cantidad que la compañía no puede cubrir con el beneficio operativo que genera". Además, considera que "Ficosa está dejando pasar importantes oportunidades de inversión en China y en Estados Unidos por falta de capital, lo que lastra su futuro". Según desveló ayer Tarragó, Ficosa cerró 2011 con unas perdidas operativas de unos "7,6 millones, que gracias a los resultados extraordinarios que ha generado la compra de la fábrica española de Sony se han convertido en 40 millones de beneficio, pero sólo contable, la compañía no tiene liquidez". Ayer la familia Pujol no quiso dar su versión.
Batalla en los tribunales
El divorcio entre los Tarragó y los Pujol se produjo hace un año cuando los hermanos Josep María y Jorge fueron despedidos de Ficosa. Ambos denunciaron que su tío había roto el equilibrio accionarial entre las dos familias a utilizar ingeniería mercantil y fiscal para traspasar un paquete de acciones de Ficosa del 8,5 por ciento a la sociedad holandesa Aristo BV, controlada al cien por cien por Pujol.
Los Tarragó han llevado a los tribunales a su tío por gestión desleal y falsedad documental.
