La multinacional suiza no baja el ritmo inversor. El grupo tiene previsto invertir 100 millones de euros en sus principales fábricas españolas, en Girona, Valladolid, La Penilla y Galicia para seguir atendiendo el tirón de las exportaciones.
En la Penilla, van a introducir una nueva línea para poder desarrollar un nuevo concepto de bombones. En Girona van a seguir potencia la marca Dolce Gusto y en Valladolid, se va a llevar a cabo una inversión de la que la compañía no puede avanzar detalles.
El presidente de la compañía, Bernard Meunier, alertó del riesgo de que la industria caiga en un círculo vicioso de deflación de bajada de precios. El directivo explicó que la compañía no ha bajado precios en España, aunque sí ha potenciado el impulso de productos de menor precios, entorno al euro.
Para este ejercicio augura más penetración de la marca blanca y parón del consumo, porque el consumidor está asustado. Asimismo, ha creado cuatro nuevas categorías de producto en la que no operan consumidores.