Igual que una bola de nieve. El boicot de los ciudadanos catalanes a los peajes de las autopistas de Abertis no deja de crecer. Hace dos semanas sólo eran algunas personas al día, la semana pasada más de 60 y esta semana ya son casi 200 los usuarios que se niegan a pagar en los peajes como media de protesta por el trato discriminatorio que recibe Cataluña por parte del Estado en las inversiones en infraestructuras.
De hecho, las declaraciones realizadas el pasado martes por el portavoz y secretario de la Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, en las que aseguraba que "entendía" a los ciudadanos que no pagaban (aunque él no iba a "fomentar" el impago) han actuado como efecto multiplicador de los que impagan.
Abertis teme una protesta multitudinaria durante el fin de semana, coincidiendo con el puente, y ayer reclamó a la Generalitat su intervención para frenar el crecimiento de los que deciden no pagar.
Hasta ahora, los empleados de Abertis toman nota de la matrícula de los coches que no pagan y envían los datos a los Mossos d'Esquadra que deben tramitar una denuncia y multarlos.
