Las subastas de Catalunya Caixa y Banco Valencia avanzan. La primera dio ayer el pistoletazo de salida después de que el Frob aprobara el adelanto de su venta a julio. Los libros de la entidad catalana, sin embargo, no empezarán a entregarse hasta la próxima semana cuando se encuentre el asesor de la operación.
Las subastas de Catalunya Caixa y Banco Valencia avanzan. La primera dio ayer el pistoletazo de salida después de que el Frob aprobara el adelanto de su venta a julio. Los libros de la entidad catalana, sin embargo, no empezarán a entregarse hasta la próxima semana cuando se encuentre el asesor de la operación. Pero antes de su venta, el Frob tiene previsto hacerse con el 10 por ciento que no posee tras su nacionalización y que está en manos de la caja, según fuentes financieras. La operación será similar a la realizada con Unnim. Las participaciones preferentes por 1.250 millones que el Frob le otorgó como ayudas se canjearán por capital. De esta manera, el comprador no tendrá la carga de estos recursos, por los que se tiene que pagar un interés del 8 por ciento anual.
Fuentes de la entidad indicaron a este periódico que en el proceso se venderá el 100 por cien del capital y que para ello se tendrá que llegar a un acuerdo.
Candidatos para la compra
Entre los candidatos para hacerse con la entidad catalana se encuentran el Santander, el Sabadell y Kutxabank. No se descarta la participación en el proceso de BBVA.
El Gobierno pretende acelerar las subastas para culminar cuanto antes la reestructuración. La venta de Banco de Valencia también ha empezado y, a priori, terminará en mayo. Los grupos interesados por Banco de Valencia tendrán que hacer las primeras ofertas, que no serán vinculantes, el próximo día 27 de abril. Esta primera criba de candidatos se producirá después del estudio del cuaderno de venta de la entidad levantina, que se ha repartido esta semana.
Entre los interesados para hacerse con el banco se encuentran BMN, el Popular, el banco Santander y Bankinter, aunque el resultado de la adjudicación dependerá de las propuestas finales que presenten cada uno. Por el momento, el Banco de España ofrece ayudas de 1.000 millones en forma de capital ?que corresponden a la inyección del Frob tras su intervención-; un Esquema de Protección de Activos (EPA) sobre el 80 por ciento de las pérdidas sobre una cartera de 6.000 millones de euros -es decir, 4.800 millones neto-; y líneas de liquidez por importe de 2.000 millones de euros.
La fórmula es similar a la utilizada en anteriores adjudicaciones de entidades intervenidas o nacionalizadas. Es coste de la ayudas recaerá en el sector, que se hará cargo de los compromisos a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). La falta de recursos de esta hucha ha llevado a unas negociaciones complejísimas y tensas entre el Gobierno y la banca en las últimas semanas, pero están a punto de alcanzar un acuerdo para fijar cómo se sufragará el saneamiento de las entidades débiles, que a día de hoy son Banco de Valencia, Catalunya Caixa y Novagalicia.
La banca concederá un crédito al FGD. De esta manera se evita un lastre para su cuenta de resultados y no se da por perdidas las ayudas. Como mínimo este préstamo será de 20.000 millones, según fuentes del sector, pero otras destacan que el dinero que necesitan estas tres entidades.