El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que los presupuestos generales del estado de este año no son un ajuste de cuentas con Cataluña y lo que está haciendo el gobierno es "poner orden en la casa".
Así lo ha manifestado en un coloquio organizado por la patronal catalana Fomento del Trabajo. "Como vengan otros a hacer los presupuestos va a ver usted lo que es un ajuste de cuentas", ha respondido el ministro a una pregunta del presidente de la patronal catalana Cecot, Antoni Abad.
El ministro ha recordado a las comunidades autónomas que deben ajustarse al objetivo de déficit del 1,5 por ciento del PIB comprometido en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, lo que puede conllevar nuevos ajustes.
De Guindos considera que el gobierno está haciendo todo lo posible para reducir el déficit de confianza: "decir la verdad, hacer un diagnóstico correcto y aplicar una hoja de ruta" y ha apuntado que "nuestra política económica es por convicción y no por imposición". El ministro justifica la reducción de todas las partidas presupuestarias tras encontrarse con una desviación presupuestaria de 27.000 millones.
Racionalización en sanidad
Tras el anuncio de recorte de 10.000 millones en sanidad y educación, el ministro ha asegurado que la racionalización en el sistema sanitario es imprescindible y es la única alternativa de garantizar un sistema sanitario público, universal y de calidad.
En este sentido considera que es difícil mantener la situación como hasta ahora teniendo en cuenta que el gasto sanitario ha crecido en los últimos años por encima del PIB y ha advertido que "los principales enemigos del sistema público de prestación de servicios son los que se resisten a hacer reformas".
En el coloquio que ha mantenido con un centenar de empresarios catalanes De Guindos ha declarado que todo y que este año va a ser muy duro, empieza a ver una estabilización. "Los resultados de este primer trimestre del año han sido mejor de lo esperado" y prevé para este 2012 una contracción económica del 1,7 por ciento del PIB, "una proyección realista" considera De Guindos.