Barcelona vuelve a estar de moda.Y es que las buenas noticias referentes a la ciudad condal como sede de congresos y grandes eventos, no cesan: recientemente la capital catalana ha sido elegida ciudad anfitriona del Congreso Mundial de Oftalmología de 2018; repite con los congresos Europeos de Respiratorio y Cardiología en 2013; es candidata a ser la capital del deporte extremo entre 2013 y 2015, ya demás estos días vuelve a convertirse en la ciudad mundial de referencia de la telefonía móvil con el Mobile World Congress. ¿Qué es lo que atrae a los foráneos de la ciudad de Barcelona?
Barcelona vuelve a estar de moda.Y es que las buenas noticias referentes a la ciudad condal como sede de congresos y grandes eventos, no cesan: recientemente lacapital catalana ha sido elegida ciudad anfitriona del Congreso Mundial de Oftalmología de 2018; repite con los congresos Europeos de Respiratorio y Cardiología en 2013; es candidata a ser la capital del deporte extremo entre 2013 y 2015, ya demás estos días vuelve a convertirse en la ciudad mundial de referencia de la telefonía móvil con el Mobile World Congress. ¿Qué es lo que atrae a los foráneos de la ciudad de Barcelona?
En Apple Tree Communications pensamos que la respuesta a esta pregunta es muy relevante. Barcelona está de moda, es verdad. Pero sobre todo, Barcelona asegura una rentabilidad importante para grandes reuniones de negocios, gracias a ser una ciudad atractiva, con gancho y con una gran eficiencia del tejido empresarial de todas las empresas y servicios que participamos en la organización de estos grandes eventos. Por ejemplo, si analizamos el Mobile World Congress, que se celebra esta semana, veremos que, desde que se trasladó a Barcelona, el evento ha experimentado un crecimiento año tras año y eso pese a encontrarnos en medio de la crisis. En el 2005, último año en el que se celebró en la ciudad francesa de Cannes, el número de delegados era de 28.000, mientras que Barcelona, en tan solo cinco ediciones ha duplicado este número, alcanzando los 60.000 en 2011 y manteniéndolo en 2012.
Lo mismo sucede con los expositores e incluso con los periodistas acreditados, que han más que duplicado el número de efectivos. El impacto económico previsto es de 3.500 millones de euros hasta 2018, para un evento que se celebra anualmente y sólo dura cuatro o cinco días. El dinero que se genera alrededor de este congreso de la telefónia móvil también se ha triplicado, pasando de 100 millones de euros en el ejercio 2006 a 300 millones en la edición 2012.
Acoger grandes eventos como el Mobile World Congress o el Congreso Mundial de Oftalmología no es tarea sencilla ya que condicionan la agenda de las actividades de la ciudad entera. Pero Barcelona ha sabido responder tanto económicamente cómo socialmente a estas necesidades. Un claro ejemplo es el cambio mentalidad en algunas empresas en relación a la gestión de eventos. Hasta hace poco, había empresas donde esto era parte del trabajo de un júnior del departamento de marketing o de comunicación: un trabajo menor y puntual, que delegaban en cualquier empleado. Pero ya se ha demostrado la importancia del evento como acción, y esas empresas han empezado a plantearse seriamente en manos de quién dejan su gestión: un gran evento en Barcelona supone una gran trascendencia a corto y largo plazo.
Hará falta esperar aún seis años para comprobar si el crecimiento económico y de asistentes que ha vivido el Mobile World Congress se repite con el Congreso Mundial de Oftalmología de 2018. Será la primera vez que Barcelona acoja este evento que se celebra cada dos años y que suele reunir a más de 16.000 expertos de todo el mundo. Lo quede momento sí sabemos es que realmente algo tendrá la capital catalana para haber sido escogida antes que otras capitales europeas de la talla de Londres, París, Frankfurt o Viena.