El Gobierno catalán da un paso adelante para reactivar la maltrecha industria catalana. Se trata de un paquete de medidas por valor de 204,8 millones de euros con los que la Generalitat quiere captar nuevas inversiones y ayudar a favorecer la exportación, principalmente de las medianas y pequeñas empresas.
Con estas medidas, la Generalitat se ha marcado tres metas. La primera de ellas es que en 2014 el 22 por ciento de las inversiones extranjeras en España se hagan en Cataluña, frente al 17 por ciento actual. Para ello, el plan impulsará la actual red de 34 centros de negocios de ACC10 que la Generalitat tiene repartidos en todo el mundo para que, además de acompañar a las empresas catalanas en su internacionalización, potencien la captación de inversiones extranjeras en territorio catalán. En los últimos meses, se ha producido la llegada de empresas como Fujitsu o Tech Data, que han optado por ubicar en Cataluña centros de ámbito europeo. En esta línea, el Gobierno catalán prevé obtener un volumen mínimo de inversión extranjera cercana a los 600 millones de euros en un plazo de dos años.
750 millones de privados
Otro de los objetivos es movilizar, una vez finalice el periodo de vigencia del plan, unos 750 millones de euros de inversión privada en inversión y desarrollo, y lograr aumentar el número de empresas que exportan regularmente en un 12 por ciento (actualmente sólo lo hacen de forma habitual 13.500 de las 40.000 empresas que venden en el extranjero).
El departamento de Empresa y Ocupación, que es el que impulsa el programa, quiere que al final de la legislatura haya 1.500 empresas catalanas más que vendan en el exterior de forma habitual. A estas empresas se les acompañará y asesorará en la búsqueda de financiación. Para lograr esta meta, el plan incluye acciones de sensibilización y de iniciación a la exportación. En palabras del consejero de Empresa y Empleo catalán, Francesc Xavier Mena, la industria catalana sufrió un "golpe muy fuerte" en 2009 como consecuencia de la crisis económica, de la que "aún" no se ha recuperado totalmente.
Otro de las líneas en las que va a trabajar el ejecutivo de Artur Mas es en la identificación de un mapa de riesgos y la definición del papel que la Administración ha de tener para garantizar la continuidad industrial de proyectos estratégicos. En innovación, el objetivo es alinear la inversión en I+D , que supone actualmente el 1,63 por ciento del PIB catalán, a los estándar europeos del 3 por ciento en el año 2020, mediante una mayor eficiencia y eficacia de los centros tecnológicos y de investigación.
Para el consejero Mena, "Cataluña es puntera en producción científica, pero es necesario que esto se traslade a la economía productiva y muy particularmente a la industria". En este sentido, el Gobierno catalán trabajará para fortalecer la oferta tecnológica de los centros para que se puedan beneficiar 10.000 empresas cada año en vez de las 8.000 actuales.
El tirón del congreso de móviles
El Gobierno quiere aprovechar el tirón de Barcelona como capital mundial de la telefonía, después de llegar a un acuerdo con la organización del Mobile World Congress, para impulsar la industria de la tecnología. De hecho, la Ciudad Condal está ligada al evento de telefonía, que se celebra la próxima semana, hasta el año 2018. El objetivo es crear un plan de desarrollo industrial que haga de la capital catalana un referente en tecnologías móviles. Otro de los sectores en los que la Generalitat ve posibilidades de desarrollo es el de la movilidad sostenible, con los que se preten de convertir a Cataluña en una región de referencia internacional en vehículos eléctricos e infraestructuras de recarga.
Otro de los objetivos que el Gobierno de Artur Mas se ha marcado es el asesoramiento de 6.000 empresas en su búsqueda de financiación a través de la Red de Asesoramiento Financiero.