Simon invertió en 2011 la evolución de su negocio y por primera vez ha pasado a facturar en el exterior más que España, y parte de este crecimiento se debió a la buena evolución del gigante asiático y Brasil. Simon cerró el pasado ejercicio con unas ventas de 270 millones de euros, un 2 por ciento más y con beneficios, aunque residuales, según explicó su director general, Xavier Torra.
El enfoque de ventas en el extranjero, que ya supone el 55 por ciento, ha permitido sostener la caída del 15 por ciento en el mercado nacional. La compañía se ha hecho con una participación en la empresa Urbiotica, especializada en soluciones para "smart cities". La compañía invertirá este año entre 12 y 15 millones de euros en una nueva planta en China, y mejoras en Brasil y Marruecos.
