El uso de nanotecnología para purificar el aire es la base de Goldemar Solutions, una nueva spin-off de la UPC, desarrollada por los investigadores Ernesto Mendoza y Jordi Llorca, del Centro de Investigación en Nanoingeniería de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC).
La propuesta empresarial de Goldemar Solutions ha sido reconocida con el premio Ecomprenedor XXI, surgido del programa homónimo creado por "la Caixa", Gamesa, Barcelona Activa, el Instituto Catalán de Energía de la Generalitat de Cataluña y la Cámara de Comercio de Barcelona para impulsar empresas en el sector de las tecnologías limpias.
Durante ocho meses, los fundadores de Goldemar Solutions recibieron formación para crear el plan de empresa, y en julio de 2011 se llevaron el galardón que premiaba con 20.000 euros el mejor de los 13 proyectos que formaron parte del programa.
En cuanto a la financiación, Goldemar Solutions ha presentado en diversos foros de inversión en los que ha conseguido los recursos necesarios para desarrollar un producto durante el próximo año.
En el proceso de formación de la empresa, Mendoza y Llorca también destacan el apoyo del Programa Innova de la UPC, que ofrece orientación a los investigadores durante la creación de una spin-off.
Una tecnología innovadora
BarcelonaTech (UPC), creada recientemente para explotar las propiedades purificadoras del aire de los clusters de oro, y aportar innovaciones a la industria de productos de limpieza, el sector del automóvil o la industria alimentaria. La innovadora tecnología parte de la investigación que han desarrollado en el Centro de Investigación en Nanoingeniería (CRnE) de la UPC los investigadores Ernest Mendoza y Jordi Llorca, este último director del Instituto de Técnicas Energéticas de la Universidad. Los investigadores han desarrollado un proceso de síntesis de los clusters de oro mucho más sencillo y económico que los que existían hasta ahora.
Las propiedades catalíticas de los clusters de oro, constituidos por sólo unas decenas de átomos de este elemento químico, son conocidas y se investigan en otros laboratorios de todo el mundo. La presencia de los clusters de oro hace que el oxígeno sea reactivo y, por tanto, que active procesos de oxidación que cambian las propiedades de las moléculas tóxicas presentes en el aire, como el monóxido de carbono, el etileno o las sustancias que causan malos olores. Los clusters de oro hacen de catalizadores de la reacción química, acelerando la misma y haciéndola posible a temperatura ambiente.