Esta cantidad es seis veces menor que la de beneficiarios admitidos en 2010, que en Cataluña fueron casi 39.500
madrid. Hasta que pase la tormenta, la Ley de Dependencia está en cuarentena en algunas autonomías como Cataluña. En lo que va de año, esta comunidad tan sólo ha dado de alta en el Sistema de Atención a la Dependencia a 7.000 beneficiarios nuevos, mientras que el año pasado se hizo efectivo el derecho a 39.409 nuevos beneficiarios, casi seis veces más, según el último balance del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, de fecha 1 de septiembre.
Los últimos datos del Ministerio evidencian "el estancamiento y ralentización del sistema de atención a la dependencia en Cataluña", en opinión de José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, quien también ha denunciado el "parón" que sufre la Ley en otras regiones como la Comunidad Valenciana o Canarias.
Desde el cambio de Gobierno en Cataluña el pasado mes de noviembre, la lista de espera de las personas que esperan hacer efectivo el derecho reconocido se ha disparado hasta los 61.949, el 20 por ciento del total nacional, situado en 300.000 ciudadanos. Además, la calidad de las ayudas y prestaciones se ha reducido hasta niveles "low cost", tal y como critica José Manuel Ramírez.
Seis de cada diez dependientes catalanes (86.189) recibe la prestación económica de cuidados en el entorno familiar y cuidadores no profesionales, a pesar de su carácter excepcional marcado por la propia ley. El abuso de esta prestación, mucho más barata que la atención residencial o los centros de Día/Noche, también está por encima del 60 por ciento del total en Murcia, Aragón o Baleares.
A 1 de septiembre, 733.104 personas se benefician de alguna prestación de dependencia en España.