El encuentro que ha mantenido este jueves en París el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, con el director de Relaciones Externas de Lactalis, Michel Nalet, no ha logrado cambiar de posición de la multinacional sobre la decisión de cierre de la factoría de Lauki en Valladolid, aunque, por primera vez, se abrió la posibilidad de su venta a otro grupo.
Herrera, acompañado por la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, y el embajador de España en Francia, Ramón de Miguel y Egea, acudía a la capital francesa con un informe en el que queda acreditada la viabilidad de la factoría y una oferta de ayudas públicas a la multinacional a cambio de mantener abiertas unas instalaciones que "son viables económicamente". Ni uno ni otro argumento ha servido para cambiar una posición "absolutamente cerrada", según ha asegurado Milagros Marcos, tanto en el cierre de la factoría como en el despido de sus 85 trabajadores.
La consejera de Agricultura no obstante sí ha valorado la posibilidad de que Lactalis acepte la venta de la planta a otro grupo, incluso del sector lácteo, algo que hasta ahora también descartaba la multinacional.
La Junta de Castilla y León presentará de inmediato por escrito su petición formal para que se estudien las posibles ofertas de compradores interesados en hacerse con la factoría, dos que se conozcan, entre las que la mejor opción parece la de otra compañía del sector lácteo.
Mientras, la Junta reclama la paralización del expediente de despido colectivo que contempla el cese de actividad para finales del mes de junio.
"Queremos paralizar la ejecución del ERE y ante su cerrazón al diálogo la Administración de Castilla y León no va a cesar en su empeño", ha dicho Marcos, quien también ha asegurado que Lactalis ha dejado claro en la reunión su autonomía a la hora de tomar decisiones y que no necesita ayudas públicas.
"Nos han recibido y escuchado y se ha abierto una puerta al diálogo. Hay que seguir hablando porque hay argumentos", ha concluido.