Cuarenta años después de su creación, José Rolando Álvarez ha convertido un pequeño negocio familiar de limpieza en un grupo empresarial con 12.500 empleados.
Grupo Norte ofrece desde servicios facility (limpieza especializada, mantenimiento, seguridad) hasta operaciones complejas de logística/outsourcing, soluciones de RRHH (trabajo temporal, selección y formación), pasando por servicios sociales (escuelas infantiles, centros de mayores) y seguros. Ahora, afronta una profunda renovación con la que quiere, a través de la ingeniería de procesos, liderar la innovación en el sector.
¿Cómo se aplica eso de la ingeniería de procesos a una empresa de Servicios?
La ingeniería de procesos a veces añade más valor que la de producto. Si fabricas un boli y el capuchón lo haces de una manera en vez de otra te puedes ahorrar una milésima de céntimo por unidad. Pero si consigues que, para fabricarlo, lo haga una persona en vez de tres, el ahorro es muchísimo mayor, porque mejoras el proceso, no sólo la productividad de una persona. Las mejora que nosotros aportamos a los clientes inmediatamente lo trasladan a su servicio, a su producto, a su precio y les hacemos más competitivos. Un ejemplo. Grupo Norte, junto con Telefónica, opera el servicio del 112 en Castilla y León. Cada año estamos mejorando nuestros estándares de calidad y hemos conseguido que el tiempo que tardamos en atender una llamada de emergencia sea cercano a dos segundos, innovando en los procesos, haciendo que tanto la tecnología como las personas que operan los sistemas ganen eficiencia. Y eso nos ha permitido dar el mejor servicio de Europa.

¿Cómo están acogiendo los clientes el nuevo modelo de negocio?
Muy bien, de hecho, nuestro crecimiento en ventas hasta junio ha sido de un 18 por ciento, una cifra muy apreciable, sobre todo porque va acompañada de más empleo, al crecer en casi 800 colaboradores. ¿La principal ventaja para sus clientes es el ahorro de costes? Es mucho más complejo que el simple ahorro de costes, que los ahorramos. Un cliente quiere pagar lo justo por el servicio que se le presta, pero fundamentalmente que nos adaptemos a sus necesidades y cada año vayamos mejorando y que tenga en nosotros un aliado estratégico que le permita ganar en competitividad en un mercado cada vez más complejo. Es precio, flexibilidad y productividad. En España tenemos un problema de productividad, no un problema de coste de mano de obra, y creo que es precisamente en los Servicios donde tiene que ganar productividad a corto plazo. Se ha venido haciendo pero tenemos que avanzar mucho más.
Las previsiones de Grupo Norte para este año eran crecer un 10 %, pero a tenor de los resultados del primer semestre ¿cree que van a superar esa previsión?
Estamos convencidos de que acabaremos muy por encima del 10 por ciento. No sé si llegaremos a ese 18 por ciento por un situación muy coyuntural y es que, a partir de septiembre, el crecimiento de la economía española se ha ralentizado y eso nos puede afectar a varias de nuestras líneas de negocio, básicamente en la empresa de trabajo temporal y en la de externalización.
Vendieron su participación en Ono y ahora un centro comercial en León ¿A qué se debe esa política de desinversiones?
Eran inversiones puramente financieras y lo que estamos haciendo, en la medida en que tenemos oportunidades razonables de desinvertir, es hacerlo para centrarnos en nuestra fuente principal de ingresos, que son nuestras empresas de Servicios.
Junto a Chile, Perú está centrando sus esfuerzos en el exterior. ¿Cómo les está yendo en ese país?
Muy bien. Perú es un país muy difícil, pero lleno de profundas oportunidades. Estamos convencidos de que puede duplicar su PIB en los próximos 15 años y cuando se da esa oportunidad, tenemos que estar ahí, aunque sea difícil. En Chile nos planteamos unos objetivos muy ambiciosos porque allí tenemos una empresa muy consolidada.
El avance de los populismos y del problema catalán ¿es uno de los mayores riesgos para la economía?
No es sólo un riesgo, sino que los efectos se están produciendo ya y podemos dar fe de ello, porque tenemos una empresa de trabajo personal. Se está ralentizando el crecimiento y sólo tiene que ver en el ámbito político. El mayor riesgo que tiene nuestro país es la política. Necesitamos certezas, porque detrás de eso está el empleo de la gente. Es muy importante que cuando se ponen en cuestión algunas cosas que todo el mundo sabe que son imposibles porque Europa no nos va a dejar nunca hacerlas, se sepa que eso tiene consecuencias y esas son el empleo de la gente
¿La crisis ha pasado a la historia?
Efectivamente, se ha acabado, esto es ya la nueva realidad. En parte, por las reformas, pero sobre todo porque los empresarios españoles han vuelto a demostrar que están a la altura y han sido realmente los que han conseguido dar la vuelta a la economía, con la ayuda de medidas razonables del legislador. Dicho eso, también digo que esta nueva realidad es manifiestamente mejorable y tenemos que trabajar mucho y, a largo plazo, en temas como la educación o la empleabilidad de las personas que no tienen un trabajo. Y tenemos pendiente la reforma fiscal que España necesita y que se cumpla el mercado único.