
El Tribunal Supremo ha devuelto el control de la sociedad patrimonial El Enebro, propietaria de Bodegas Vega Sicilia, al empresario David Álvarez, enfrascado durante varios años en una pelea judicial con cinco de sus hijos.
El Alto Tribunal desestima el recurso de los cinco hijos díscolos contra la sentencia de un juzgado de Madrid en la que reconocía a David Álvarez los derechos políticos sobre las acciones de sus hijos Pablo, Emilio, Juan Carlos, Elvira y Marta Álvarez Mezquíriz. Sobre estas acciones el fundador de Eulen, al que sí le apoyaban otros dos de sus siete hijos, tenía el usufructo.
Los demandantes, a los que se ha impuesto el pago de las costas, alegaban que su padre había perdido los derechos políticos sobre esas acciones al no haberlos ejercido, argumento que el Tribunal desestima ya que durante todo este tiempo David Álvarez si ha cobrado los derechos económicos sobre esas acciones.
Los demandados, en una nota de prensa, mantienen que "la sentencia del Tribunal Supremo reconoce a D. David Álvarez aquello que sus cinco hijos, accionistas mayoritarios de El Enebro, le ofrecieron al inicio del litigio, el derecho de usufructo y el derecho al dividendo, pero en ningún caso el tribunal le concede el control político de la sociedad que permanece en manos de ellos. Por tanto la sentencia no altera el control de El Enebr".
El litigio familiar por hacerse con el control de la bodeguera empezó en enero de 2010, después de que el patriarca familiar destituyera como consejero delegado a su hijo Pablo, lo que motivó que éste, con el apoyo de cuatro de sus hermanos, desalojara posteriormente a su padre y a dos de sus hermanos (David y María José) del consejo de administración.