Gerardo Gutiérrez es un empresario hecho a sí mismo. Este químico que no dudó en vender su casa para montar su primer laboratorio ha logrado construir un grupo farmacéutico que es referencia en Castilla y León.
Probablemente una de sus mayores decepciones en su carrera empresarial fue quedarse fuera de la puja por Antibióticos. Gutiérrez intentó por varias veces comprar la factoría leonesa para incorporarla a su grupo después de haber roto la alianza que tenía en China con un socio local y fabricar aquí los precursores de esteroides que importaba del país asiático.
La oposición de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT -USO fue la única central que apostó por él- imposibilitaron una operación que tenía una fuerte carga emocional para el empresario, oriundo de León.
Finalmente, la factoría ha quedado en manos del fondo de capital riesgo Black Toro y Gadea ha abierto una nueva factoría en Zamora mientras ha duplicado la capacidad de la planta de Valladolid.