Un antiguo convento del siglo XII en la localidad vallisoletana de Olmedo, la antigua universidad de Santa Catalina en El Burgo de Osma, un edificio de la Belle Epoque en Solares y una joya del Císter como es el Monasterio de Santa María de Valbuena - que abre este verano- constituyen la oferta que ha convertido a Castilla Termal en líder en nuestro país del termalismo de alta gama orientado a la salud, la belleza, el bienestar y el ocio.
La última incorporación en esta aventura empresarial ha sido la de la primera sociedad de inversiones privada que ha nacido en nuestro país -Alentia- formada por algunos de los más destacados empresarios familiares de Castilla y León y que se ha hecho con un 20 por ciento de la participación del nuevo proyecto de Valbuena de Duero.
"Con esta operación estamos encantados. Se realizó muy rápidamente porque somos una empresa seria y formal y podemos demostrarlo en todo momento. Nuestros socios siguen con nosotros a pesar de que no repartimos dividendos porque los reinvertimos todos. Es nuestra política para crecer y generar más empleo", afirma Roberto García.
El director general de CastillaTermal reconoce que "el gran problema que tiene España, con más de 100 balnearios, es que no se conoce en el exterior" y pide a las administraciones que impulsen una forma de turismo de interior que genera muchos puestos de trabajo y supone un instrumento de dinamización para zonas como Castilla y León, Galicia o Castilla la Mancha .
"Necesitamos apoyo institucional para potenciarlo porque, por ejemplo, no hay ni una sola señalización en todo el país", denuncia.
