Los bancos acreedores de San Cayetano exigían que las empresas públicas ADE y Sodical compartiesen la quita de la deuda que ponía el Grupo Hinojosa como condición para comprar la compañía y evitar que entrase en concurso de acreedores, algo que finalmente no ha podido esquivar.
La deuda de San Cayetano se eleva a 40 millones de euros. De ellos, 1,5 millones corresponden a la gestora de capital riesgo de la Junta, Sodical, mientras que ADE había inyectado en la compañía otros cinco millones de euros. El resto está repartido por diferentes bancos. Las empresas públicas tienen prohibido por Ley hace cualquier tipo de quitas.
La difícil situación económica que vivía la compañía vallisoletana comenzó a finales de 2012, cuando la fusión de Popular y Pastor y la integración de algunas cajas hizo que el crédito se redujese sustancialmente ya que las entidades resultantes, en vez de sumar el importe de las líneas de financiación que tenían abiertas con la compañía, decidieron recortarlas para reducir su exposición.
Esto provocó un inexorable proceso de asfixia que llevó al propietario de la compañía a buscar posibles compradores para asegurar la continuidad de la actividad, puntera en envases de cartón para congelados, y garantizar el empleo.
Aunque Grupo Hinojosa fue uno de los grupos que inicialmente se interesó por la compañía, fue Smurfit quien entró con más fuerza en la negociación. Curiosamente asomaba como "salvadora" la compañía que años antes había cerrado su planta de Valladolid y de la que San Cayetano asumió buena parte de sus empleados.
Sin embargo, Smurfit salió de escena de manera abrupta y Grupo Hinojosa pasó de nuevo a primer plano. La compañía valenciana ha sido durante los últimos meses la que ha mantenido con vida a la empresa de Aldeamayor de San Martín comprando materia prima y encargándolas su transformación en envases.
La imposibilidad de que ADE y Sodical asumiesen las pérdidas que suponían la quita de la deuda, de hasta un 40 por ciento según algunas fuentes conocedoras de la operación, hizo que finalmente los bancos no aceptasen la opción de la venta y San Cayetano haya entrado en el incierto camino que supone una situación concursal. Tiene 224 empleados.