Castilla y León

La compañía entra en el negocio de las pieles

Aunque llevaban tiempo dándole vueltas a la idea, las circunstancias han hecho que Grupo Hermi haya precipitado su entrada en el curtido de pieles de conejo, un subproducto para la industria textil cuya venta supone una importante fuente de ingresos y que por ahora se envía en casi su totalidad a China.

Desde hace tres meses, Hermi está poniendo en marcha una fábrica de curtido de piel. Se trata de unas instalaciones totalmente montadas que han servido para cobrarse la deuda de un cliente y que tiene capacidad para tratar 250.000 pieles mensuales -una cuarta parte de su producción en ese plazo de tiempo-.

Por el momento, están en fase de pruebas y aprendiendo tanto las técnicas de curtición como todo lo que atañe a la comercialización y la gestión de un negocio "completamente nuevo para nosotros y en el que no tenemos experiencia". La compañía ya está haciendo selección en sus granjas.

Santiago Miguel ve esta nueva actividad como una forma de diversificar. "Lo que pretendemos es lograr piezas de la máxima calidad y conseguir un producto top para la industria textil", dice.

La compañía no tiene prisa porque China sigue siendo un buen receptor de las pieles "y mientras tengamos un precio interesante hay que aprovecharlo", aunque supondrá una "vía de escape" en el caso de que baje la cotización de este producto. Además, el CEO subraya que cada vez el gigante asiático es menos atractivo para la producción y pone de ejemplo la confección. "En las pieles puede pasar lo mismo y puede llegar un momento en el que el coste del transporte y el procesado no permita que la transformación se haga en China".

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