
2013 ha sido una año muy dulce para cuatro de las Denominaciones de Origen de vinos de la región: Rueda , Ribera del Duero, Cigales y Toro incrementaron sus ventas y las dos primeras batieron su récord. En total, según los consejos reguladores vendieron 162,6 millones de contraetiquetas, distintivo que venden los consejos reguladores a las bodegas para que puedan comercializar sus caldos con los correspondientes distintivos de calidad.
El mayor incremento lo ha experimentado Rueda , que continúa con su ascenso imparable y bate récord por decimoquinto año consecutivo. Las bodegas han comercializado 69,6 millones de botellas durante el pasado 2013, lo que supone un incremento del 9,9% en comparación con los 63,3 millones de la campaña anterior. Estas cifras suponen que desde 1995, en el que se vendieron 7,5 millones de botellas, la comercialización se ha multiplicado casi por 10.
El doble de hectáreas
Esta denominación ha sido capaz de que el mercado absorba el importante incremento de producción que se ha registrado tras más de una década aumentando la superficie de cultivo, que se ha duplicado desde 2001 al pasar de 6.806 hectáreas hasta las 12.853 acogidas el pasado año. La denominación más emblemática, Ribera del Duero, ha sido capaz de superar las buenas cifras del ejercicio anterior. Durante 2012 el Consejo Regulador entregó un total de 77.599.852 contraetiquetas, pero este año ha crecido un 2,2% y ha llegado a las 79.349.274, casi dos millones más de contraetiquetas que el año anterior.
Esta zona vitivinícola lleva creciendo en ventas desde el año 2008, cuando puso en el mercado 66,1 millones de botellas, con lo que el incremento desde entonces se eleva a más de 13 millones de unidades.
La Denominación de Origen Cigales también ha seguido con su tendencia ascendente en el número de contraetiquetas emitidas. Si el año 2012 supuso la vuelta a los 4 millones de botellas de vino vendidas bajo este marchamo de calidad (4.164.000), 2013 lo supera alcanzando los 4.245000. Una cifra histórica para esta zona vitivinícola que abarca las provincias de Valladolid y Palencia y que cuenta con 34 bodegas y una superficie de cultivo de 2.300 hectáreas..
Fuentes del Consejo atribuyen el aumento a la ligera recuperación de la demanda de rosado en el mercado, lo que ha beneficiado a una zona históricamente reconocida como productora de este tipo de caldos. Las ventas de rosado en la denominación copan el 53%. A esto hay que añadir que se ha consolidado la producción de tinto, hasta llegar al 46% de las ventas, lo que refleja que el consumidor ya está asumiendo que Cigales es también elaboradora de tintos con un gran potencial. En 2012, el incremento de la Denominación tuvo su motor con estos caldos, una tendencia que se repitió en 2013.
Las primeras comercializaciones del blanco y dulce de Cigales llegaron en 2011 y aún supone un mínimo porcentaje de las ventas de la Denominación de Origen aunque ya son cuatro bodegas las que están comercializando sus marcas de blanco.
Toro crece un 6%
En Toro, el pasado año se comercializaron un total de 9.550.440 tirillas frente a las 8.997.500 de 2012, un 6,15% más. Por tipos de vino, los jóvenes -representan el 80% de los vinos comercializados- han crecido el 1,45%, un porcentaje mucho menor al experimentado en las gamas de los tintos crianzas (+33,06%) y tintos reserva (+14,36%).
En lo que respecta a la quinta denominación, El Bierzo, aún no han cerrado las cifras.
La estrategia de la internacionalización ha sido clave a la hora de incrementar las ventas de estas Denominaciones de Origen. De hecho, las dos más importantes, Rueda y Ribera del Duero, han sellado una alianza para promocionarse conjuntamente en Estados Unidos y mejorar su posicionamiento en el que, hoy por hoy, es el principal mercado del mundo. Las dos denominaciones han trazado el denominado Plan USA que y tendrá una coste de 18 millones de euros hasta el año 2019. El plan se centrará en los estados de California, Florida, New York, New Jersey, Texas, Illinois y Massachusetts. Cada denominación aportará el primer año 1,5 millones procedentes de fondos propios de los consejos reguladores y las ayudas europeas de la OCM.