
Guerra sin cuartel entre Dávid Álvarez y sus cinco hijos díscolos. El empresario ha acusado a sus vástagos de "vaciar" El Enebro, sociedad patrimonial que controlan y que es dueña de las Bodegas Vega Sicilia, al llevarse 800 millones de euros.
Según de Dávid Álvarez, ante la "más que probable derrota" en el procedimiento judicial que mantienen con él sobre los derechos políticos y económicos El Enebro, S.A., asunto sobre el que el empresario ha ganado ya dos sentencias, sus cinco hijos díscolos optado por " vaciar la referida sociedad llevándose, en total, más de 80 millones de euros de la compañía -16 millones cada uno de ellos", de forma que cuando se produzca su victoria judicial definitiva y se vuelva a hacer cargo de la sociedad, "encuentre la caja vacía y, además, una pesada deuda" con ellos.
Según el empresario, "el subterfugio" utilizado ha consistido en vender a la patrimonial El Enebro ?sociedad que dominan y, en exclusiva, administran- la casi totalidad de sus títulos en Eulen garantizándose el pago de la compraventa mediante una prenda de la mayoría de las acciones de Vega Sicilia ?sociedad participada al 100% por El Enebro- reservándose, además, a su favor, un derecho preferente sobre los dividendos que produzca Vega Sicilia, así como los derechos políticos correspondientes a las acciones pignoradas.
Con esta maniobra "clandestinamente urdida", los hijos díscolos siguen manteniendo en Eulen ?ahora a través de El Enebro- la misma participación que antes tenían, a título personal, en dicha sociedad: la diferencia entre el "antes" y el "ahora" estriba en los más de 80 millones de euros de los que han dispuesto en su beneficio, empobreciendo el patrimonio de El Enebro, en perjuicio de sus legítimas expectativas y de los derechos actuales de los restantes accionistas, el propio David Álvarez y sus dos hijos, Jesús David y Mª José, titulares conjuntamente de un 30% del capital social.
David Álvarez advierte que los accionistas afectados están dispuestos a defender sus derechos por las vías que legalmente procedan.
Fuentes de El Enebro han asegurado que la operación surge después de los reiterados intentos de los hijos enfrentados con David Álvarez por reconciliarse con su padre, a lo que éste nunca se ha avenido pese a que este verano hubo ya acuerdos a punto de firmarse para poner fin a la guerra familiar.
En este sentido, han indicado que David Álvarez creó hace unos meses una sociedad instrumental, denominada Dava, cuyo único objetivo era impedir el acceso de futuro de sus hijos a Eulen por lo que "no tenía sentido seguir ahí".
De la misma manera han negado que se produzca el "vaciamiento" patrimonial denunciado de El Enebro en la medida que se va a pagar en 8 o diez años, por lo que no se produce tal quiebra.
Asimismo, han recordado que David Álvarez conocía la operación, ya que le ofrecieron, tanto a él como a sus hijos, las acciones. Sobre la valoración, han recordado que ha salido de una auditoría que realizó Deloitte a El Enebro a solicitud del propio Eulen.