
Los representantes legales de Coto Minero Cantábrico (CMC), perteneciente al grupo empresarial de Victorino Alonso, han presentado este viernes en un juzgado madrileño la solicitud de liquidación de la compañía, que cuenta con una plantilla de unos 400 trabajadores y actualmente está inmersa en un concurso voluntario de acreedores.
La compañía aseguró que la solicitud se plantea ante las infructuosas negociaciones para alcanzar un acuerdo laboral coherente con el plan de viabilidad de la compañía, cuyos números -argumentan- "dejan claro que sin ese esfuerzo de la plantilla no habrá futuro". Además, expresaron su malestar por la actitud de los comités de empresa, a los que acusa de incumplir su palabra y no someter a votación la propuesta de la compañía, "llevando así al cierre de CMC sin poder conocer la opinión de los trabajadores".
La empresa afirmó que es consciente de la transcendencia de la decisión tomada y apuntó que se ha visto obligada a presentar la solicitud "lamentándolo mucho porque estamos convencidos de que con un compromiso de los trabajadores hubiera podido salir adelante". Los responsables de la compañía rechazaron la semana pasada el principio de acuerdo alcanzado entre el administrador concursal y los representantes de los trabajadores.
Un preacuerdo que establecía una reducción salarial del 16,5 por ciento para la plantilla, la congelación de sueldos hasta 2016 y que no habría el aumento de jornada laboral que planteaba la empresa. El preacuerdo también contemplaba el establecimiento de dos turnos rotativos de trabajo y una revisión de los términos pactados a principios del próximo año.