
Castilla y León acabó el primer trimestre de este año como la séptima comunidad más saneada de España, al registrar un endeudamiento equivalente al 14,7% del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico, muy por debajo del 18,1% de la media nacional.
En el último año, la deuda de Castilla y León ha crecido en 2.513 millones de euros al pasar de los 5.557 del primer trimestre de 2012 a los 8.070 de los tres primeros meses de este año, lo que supone un incremento del 45,2%. En términos de porcentaje sobre el PIB, se eleva del 10 al 14,7%.
De acuerdo con el balance que ha hecho público hoy el Banco de España, a 31 de marzo de 2013 el endeudamiento del conjunto de las comunidades ascendía a 189.589 millones de euros, que una vez más incluyen el mecanismo de pago a proveedores de 2012 y, por segunda vez, la deuda asociada al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y a determinados créditos comerciales cedidos. En todo caso, de esa cifra global el 4,3% ha sido aportado por Castilla y León.
De los 8.070 millones de euros de deuda de la región, 1.051,4 corresponden al plan de pago a proveedores al que se acogió la Junta el año pasado, partida que no se tiene en cuenta para evaluar el cumplimiento de los objetivos de deuda.
El incremento de la deuda regional se debe en parte a que recoge el endeudamiento de los préstamos del FLA a determinadas autonomías entre las que no figura Castilla y León, que decidió no adherirse por su capacidad para obtener recursos de los proveedores ordinarios. Junto a esto vuelven a tenerse en cuenta como deuda las operaciones de ?factoring? sin recurso, o lo que es lo mismo, la cesión de ciertos créditos comerciales frente a las Administraciones Públicas a instituciones financieras. El resultado es que de los 8.070 millones de euros de deuda de Castilla y León, 311 están asignados a la comunidad por proyectos de colaboración público-privada, mientras que 229 millones son créditos comerciales cedidos.
Esto implica que, en rigor, la deuda financiera global de la región ascendía a 7.530 millones al terminar marzo, según el Ejecutivo regional. Hay que tener en cuenta, asimismo, que de esa cantidad 378 millones de euros eran créditos para financiar préstamos a empresas, por los que la Junta ingresa tanto el reembolso del capital como los correspondientes intereses.
El principal motivo del aumento de la deuda de Castilla y León respecto al trimestre anterior es que incluye 550 millones de euros que se formalizaron en enero, aprovechando el buen tono de los mercados financieros. Esto significa que a esa fecha estaban cubiertas el 63,6% de las necesidades de financiación de la Junta para todo el ejercicio, porcentaje que a día de hoy ha subido hasta el 83,3% después de que la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, haya firmado nuevas operaciones por otros 170,7 millones entre mayo y junio.
El Banco de España también ha ofrecido información estadística sobre la situación de aquellas empresas públicas que no computan a efectos SEC, por realizar actividades de mercado. En Castilla y León su endeudamiento era de 458 millones de euros al acabar el mes de marzo, cantidad que equivale al 4,3% del total nacional y de nuevo representa el 0,8% del Producto Interior Bruto autonómico (la media es el 1%).