Castilla y León

Punto y final a la triste historia de las cajas

Esta tarde, el Consejo de Administración de Caja España-Duero pondrá fin a sus muchos años de historia como entidad financiera al transformarse en una fundación.

La desaparición de España-Duero como caja viene a consumar el fracaso en la configuración de un órgano financiero regional capaz de aportar el apoyo financiero necesario a la economía de la Comunidad. La Junta lo intentó pero las ambiciones personales de la mayoría de los gestores de las cajas, el provincianismo social y el partidismo instalado en las formaciones políticas lo hicieron imposible.

Pasado el tiempo, la realidad es que tampoco hubiese funcionado. Primero y fundamentalmente porque la situación real de las seis cajas era infinitamente peor que lo que sus gestores voceaban sin ningún pudor a los cuatro vientos. Y también porque la falta de visión de esos gestores y responsables hubiesen hecho inviable su funcionamiento. El último ejemplo es la pelea que los consejeros de Caja España y Caja Duero están entablando para a la hora de repartirse los puestos en el patronato que dirigirá la nueva Fundación.

El problema es que después de este proceso, Castilla y León no va a contar con ninguna entidad suficientemente fuerte como para atender las demandas de un empresariado que demanda más apoyo que nunca.

El último ejemplo lo contamos hoy en estas mismas páginas: la salida del fondo de capital riesgo participado por cajas y Junta de Castilla y León del capital social de Gadea. La desinversión en la empresa que preside Gerardo Gutiérrez estaba prevista y no supone ningún problema para una compañía que ha demostrado no sólo su viabilidad sino su alto potencial de crecimiento.

Pero en los cuarteles la Consejería de Economía y Empleo ya estudian con detenimiento el calendario de desinversiones del fondo gestionado por Clave Mayor. No es para menos, porque son varias y muy importantes las compañías que pueden sufrir problemas para conseguir una tranquilidad financiera que ahora es muy difícil de conseguir en el mercado.

RAFAEL DANIEL

Delegado de elEconomista en Castilla y León

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