Diego Rodríguez no se atreve a poner fecha al final de la crisis aunque se muestra seguro de que "si hacemos todos lo que tenemos que hacer se saldrá pronto". Y entre esas cosas, apunta a la necesidad de generar actividad en nuestro país para poder mantener el empleo. Un dato, en el sector de las ingenierías, un millón de euros de producción en España genera de 20 a 24 puestos de trabajo. Si es en el extranjero, apenas llega a 3 los empleos que repercuten en nuestro país.
Por eso, Diego Rodríguez, sostiene que pese al impulso en infraestructuras registrado en los últimos años, "hay muchas cosas por hacer. Este país sigue careciendo de un plan hidrológico nacional y una red ferroviaria de mercancías en condiciones. Y se puede financiar con fondos privados", afirma.
Aunque Inzamac "tiene un futuro esperanzador" en su aventura en el exterior, reconoce que "nos estamos encontrando con trabas importantes para conseguir avales técnicos para licitar fuera. Es uno de los temas que nos teníamos que replantear tanto las empresas del sector como de las administraciones. La internacionalización es una de las vías de futuro pero tenemos que poner los medios. Y uno es el de las garantías. Eso hay que solventarlo de urgencia". Otro de los problemas es el tamaño. "A nivel mundial somos muy pequeños y eso se puede corregir con asociación o consorciación". Y la tercera es que la administración "debe vender" la credibilidad de las empresas. "Eso se hace contratando a las empresas para acreditar experiencia. Y con misiones inversas, trayendo a administraciones de otros países para que nos conozcan, compartiendo experiencias que se han hecho muy bien".