
Beneficios históricos para Azucarera. La compañía transformadora, que tiene su principal actividad de extracción y molturación de remolacha en Castilla y León, cerró su último ejercicio con unas ganancias de 70 millones de euros. Esta cantidad supuso un 281 por ciento más que los 25 millones que registró como beneficio neto en la campaña anterior.
El importante incremento del precio del azúcar es una de las razones que explican este importante crecimiento, aunque no el único.
Los precios del azúcar se encuentran en máximos, en gran parte debido a la fuerte demanda de este producto de los países emergentes. La pasada campañía produjo 468.148 toneladas de azúcar, un 16 por ciento más de la cuota que tiene asigada, fijada en 378.000 toneladas, un excedente que se vende en el exterior de la UE con la autorización de la Comisión Europa.
Una buena parte de este excedente es atribuible, según ha reconocido públicamente la compañía, a la zona norte (fundamentalmente formada Castilla y León), donde obtiene 15.630 kilos de azúcar por hectárea de remolacha frente a los 10.712 de la zona sur, formada fundamentalmente por Andalucía.
Castilla y León aportó un 48,5 por ciento a las ventas totales de la compañía, que ascendieron a 669 millones de euros. Extrapolando estos datos, se deduce que Azucarera obtuvo 46 millones de euros en el último ejercicio de beneficio neto imputable a la actividad agrícola en esta Comunidad.
Sin embargo, este incremento no se ha visto repercutido en el precio de la remolacha que la compañía inglesa paga a los agricultores de la Comunidad, pese a los insistentes llamamientos que desde las organizaciones agrarias y la admninistración regional han lanzado a la compañía para que mejore el precio y evitar el riesgo de que se abandone un cultivo por falta de rentabilidad.
Así, los cultivadores que entregan su remolacha a la compañía apenas reciben 38 euros por toneladas, muy lejos de los 49 que viene obteniendo los socios del otro productor nacional de azúcar, la cooperativa ACOR.