
El soriano Santiago Aparicio fue elegido este miércoles nuevo presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), con 117 votos a favor y 13 en blanco de los 133 asistentes a su Asamblea General Electoral, que conforman 220 vocales. Aparicio se ha comproetido a reinventar Cecale" para acabar con la "grave crisis institucional y económica" que sufre la organización.
Aparicio sustituye en el cargo al abulense Jesús Terciado tras su renuncia el pasado 10 de septiembre por motivos de salud y para centrar su labor al frente de Cepyme.
Los 14 vocales que acudieron en representación de la Confederación de Asociaciones de Empresarios de Salamanca (Confaes), abandonaron la asamblea durante la votación. Tras el recuento de sufragios, los delegados salmantinos volvieron a la asamblea, donde fueron recibidos por algunos pitidos que tuvo que sofocar el secretario general.
Aparicio fue designado presidente en funciones de Cecale el 21 de septiembre, por un periodo máximo de seis meses, plazo que ha apurado al máximo para intentar encontrar los máximos consensos posibles dentro de una patronal en crisis.
En su discurso, Aparicio reconoció que "hoy en nuestra casa, en Cecale, todo está lamentablemente roto" y pidió tres veces perdón a los empresasrios por la "imagen deplorable" transmitida por la organización y por "entretenerse" en enfrentamientos internos que han menoscabado la defensa del colectivo y la resolución de los graves problemas financieros que sufre la Confederación empresarial.
Aparicio achacó la "profunda crisis de representación, económica y de gestión de Cecale " a "las desavenencias, egoísmos, deslealtades y enfrentamientos personales", a la vez que reconoció la "muchísima amargura" con la que él y los trabajadores de la organización están sintiendo por esta situación.
Tras el diagnósitco, Aparicio desgranó el tratamiento para curar los males de Cecale, en clara referencia a los empresarios salmantinos, que reclaman una mayor participación de las ayudas a la formación que recibe la organización.
"Es impescindible anteponer los intereses generales sobre los de las distintas provincias o Cecale se romperá para siempre"., remarcó.
En este sentido, pidió que se dejen de reclamar "supuestos privilegios históricos pretendidos derechos adquiridos y que se acepten las decisiones que se adopten por mayoría. Los que no acepten esto, sobran".
Tras negar que sea el "delfín" de nadie, anunció una auditoría externa de gestión y que depurará "las responsabilidades" que se detecten.
Entre sus tareas, anunció la elaboración de un plan de viabilidad que resuelva el grave problema de la dueda de la organización y que siente las bases de un nuevo modelo de financiación y gestión. Igualmente se comprometió a modificar unos estatutos "completamente desfasados" y un reglamento de régimen interno que de "flexibilidad y agilidad a la hora de tomar decisiones", a la vez que propuso dar más peso a las organizaciones territoriales.
La sorpresa llegó cuando se comprometió a que "si a finales de 2013 no hemos sido capaces de poner unas bases sólidas para el afianzamiento del futuro y viabilidad de la Confederación no tendré ningún reparo en dimitir. En Cecale hay que cambiarlo todo para que nada siga igual. Tenemos que reinventarnos, aunque es una tarea difícil".