
El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León se contrajo en 2012 un 1,2 por ciento, tres décimas menos del 1,5 por ciento previsto en los Presupuestos Generales de la Comunidad y dos menos que en España, donde decreció un 1,4 por ciento. La evolución de la economía autonómica fue diferente al comportamiento experimentado por la zona euro y la Unión Europea (UE-27), que registraron decrecimientos del 0,6 y el 0,3 por ciento.
En el cuarto trimestre, la economía castellana y leonesa intensificó su caída, hasta alcanzar un decrecimiento del 1,8 por ciento, como en España, donde el Instituto Nacional de Estadística prevé una caída del 1,9 por ciento. De esta forma, el PIB autonómico vuelve a cerrar un año en negativo, después de que en 2010 y 2011 creciera un 0,5 y un 0,8 por ciento, respectivamente, según se desprende de los datos de la Contabilidad Regional presentados por la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo.
La caída de la economía de Castilla y León fue aumentando a lo largo del año debido al peor comportamiento de casi todos los sectores productivos. El primario experimentó una caída del 3,3 por ciento, en contraste con el aumento del 4,3 por ciento alcanzado en 2011, debido al descenso de la producción agraria y una desaceleración de la producción ganadera debido al mal comportamiento de la producción láctea.
La industria también experimentó un decrecimiento del 1,7 por ciento durante 2012, frente al aumento del 3,1 por ciento de 2011. Las ramas energéticas se desaceleraron, pero mantuvieron el 3,2 por ciento en 2012, mientras que las ramas manufactureras pasaron del 2,3 por ciento al menos tres por ciento del año pasado. Las ramas de Metalurgia y productos metálicos, Material de transporte, Alimentarias y Otros productos minerales no metálicos fueron las que más contribuyeron al descenso de la industria en 2012, y únicamente creció la rama de producción y distribución de energía eléctrica, gas y agua.