El empresario Fernando Escobillas lleva las riendas desde este verano del Consejo Regional de Cámaras. El también presidente de la Cámara de Comercio de Miranda se muestra convencido de que "más pronto que tarde" las Administraciones acometerán el ajuste al que obliga la reducción del déficit y niega categóricamente que las cámaras quieran sustituir a la patronal. "Somos totalmente complementarios y ahora es momento de sumar, no de restar", afirma.
Ha llegado al cargo en uno de los momentos económicos más complicados de la historia española. ¿Usted también lo ve tan negro?
La actual coyuntura no es buena. Sin embargo, creo que vamos en la dirección correcta y que con el trabajo, esfuerzo, dedicación y la ayuda de todos vamos a salir fortalecidos de esta crisis porque tenemos mimbres suficientes para hacerlo.
Rajoy deshoja la margarita sobre la petición de rescate. ¿Cree que debe pedirlo sin más dilación?
Una decisión tan importante y trascendente para el país corresponde exclusivamente al Gobierno de la Nación, sobre la base de informaciones que sólo ellos pueden interpretar para obtener el resultado deseado.
Tras dos semanas con la subida del IVA en vigor, ¿cree que ha sido un error incrementarlo?
Nunca es bueno subir impuestos. Hubiera sido deseable, como hemos señalado, que la subida del IVA hubiera estado acompañada de rebajas en la cuotas empresariales de la Seguridad Social para incentivar la contratación.
¿Qué medidas no se han tomado para la reactivación económica y usted cree que son necesarias?
Cualquier medida que se pueda tomar o bien anticipar será adecuada. La reforma financiera debe cumplir un fin concreto, dar liquidez a empresas y familias de forma urgente.
El modelo autonómico suscita críticas cada vez mayores. ¿Piensa que hay que adelgazarlo? ¿Están los políticos evitando el ajuste que piden a ciudadanos y empresas?
Hemos venido reiterando la necesidad de que las Administraciones Públicas sean eficientes y eviten duplicidades. Estoy convencido de que más pronto que tarde ese ajuste deberá de llegar para cumplir con una máxima, la reducción del déficit público y la complementariedad de las Administraciones en la prestación de servicios y la eficiencia en la gestión.
Tras la supresión de las cuotas obligatorias, ¿las cámaras siguen teniendo viabilidad económica?
Unas Cámaras basadas en el modelo continental y, por tanto, configuradas como corporaciones de Derecho Público para el desarrollo de funciones público-administrativas deben ser viables.
Para mucha gente es difícil entender que no se haya reducido su número?
Lo importante es que las Cámaras que existan presten servicios útiles a las empresas en colaboración con las Administraciones.
Hace varios meses que la Junta impuso el 'céntimo sanitario'. ¿Disponen ya de datos sobre sus efectos? ¿Cree que hay que suprimirlo?
Los datos ya publicados por entidades especializadas demuestran que el consumo en la región ha disminuido notablemente. La postura que siempre han mantenido las Cámaras, a través del Consejo Regional, era buscar una alternativa diferente a la implantación del céntimo. También señalamos que en caso de implantarse debería haberse hecho a la mitad de la cuantía vigente y, en ambos casos, devolverse íntegramente a los profesionales del sector.
Confían en que la Ley de Cámaras les dé más representatividad. Algunos piensan que quieren sustituir a Cecale?
Quien piense que queremos sustituir a Cecale está equivocado y, además, no nos escucha. Siempre hemos sostenido que, con el mismo propósito, apoyar al colectivo empresarial, tenemos competencias perfectamente diferenciadas que son absolutamente complementarias. En estos momentos se trata de sumar esfuerzos, no de restarlos.
¿Se esperaban este final para Garoña?
No es la situación que las Cámaras queríamos, pues hemos apoyado la continuidad de Garoña, siempre y cuando se cumplieran las condiciones de seguridad estipuladas por el organismo competente.
¿Se siente decepcionado con la decisión de Nuclenor o es el Gobierno el que ha fallado?
Ambas partes han acreditado públicamente la apuesta por el mantenimiento de la central y lo deseable hubiera sido, desde el concurso de ambas partes, haber despejado cualquier incertidumbre para que Garoña siguiera en funcionamiento.
Si finalmente se cierra, como parece, ¿qué efectos tendrá sobre la economía de la zona?
La pérdida de un millar de empleos directos e indirectos, mayor desequilibrio energético, impacto económico negativo en concepto de servicios, compras, tasas e impuestos asociados a su actividad.