Castilla y León

El "jin" y el "jang" de la medidas de Rajoy

L as medidas anunciadas por el presidente del Gobierno y aprobadas en Consejo de Ministros, no sólo no son plato de gusto, sino que algunas de ellas, tales como la subida del IVA, se presentan como de dudosa efectividad. No obstante si somos valientes, nos quitamos la venda de los ojos y asumimos la grave situación económica y financiera que atravesamos, posiblemente concluiremos que no hay más remedio que armarse de valor y poner en marcha, con urgencia, medidas duras, drásticas y dolorosas con las que reducir el endeudamiento y el déficit público, persiguiendo el sentar las bases para la mejora de la competitividad.

No me cabe duda alguna de que en las circunstancias actuales, y atendiendo a nuestro elevado índice de endeudamiento, se presenta como imposible la salida de la crisis, y la recuperación de la confianza de los inversores; si bien es cierto que no tengo nada claro que con la ampliación de la carga impositiva se vaya a conseguir elevar los ingresos estatales, dado que ésta se hace precisamente en un momento en el que se reduce el poder adquisitivo, no sólo de los funcionarios a los que se les quita una paga extraordinaria, sino de una sociedad que pagará más por la luz, el agua, la calefacción o el carburante. Ante esta subida del IVA parece no quedar otro remedio más que el de ser asumido por el colectivo al que represento: esos pequeños empresarios autónomos que, además de soportar la morosidad de los pagos, de tener enormes dificultades para acceder al crédito, de ver cómo se reduce su patrimonio personal y, a pesar de la promesas electorales, siguen adelantando el IVA de las facturas impagadas.

Consciente de que la situación es la que es y que no hay otro remedio más que la adopción de difíciles y traumáticas medidas, lamento profundamente que los recortes y los esfuerzos se exijan por el lado del incremento de los ingresos y no por el de la reducción del gasto, sobre todo de la Administración. Desde Feacyl, y a tenor de la experiencia que dictan estos últimos años, que no es otra que con una economía en recesión y un consumo paralizado los efectos recaudatorios no sólo tendrán escasos efectos, sino que pasarán factura en términos de empleo y crecimiento. Estamos convencidos, y así lo hemos trasladado, que son los recortes fiscales los que aumentan la recaudación porque estimulan la actividad económica y no al contrario. El yin y el yang de unas drásticas medidas contra el déficit público que, esperemos, sean al menos valoradas por los socios europeos y los mercados financieros, y sienten las bases de un marco más favorable para la recuperación económica y la creación de empleo.

JAVIER CEPEDANO

Presidentede de la Federación de Autónomos de Castilla y León (Feacyl)

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