
La innovación ha sido una de las grandes claves para que Grupo Antolín haya registrado durante los últimos años un espectacular avance como proveedor mundial del sector del automóvil, una carrera que ha tenido este año resultados históricos en facturación y beneficios.
Durante el pasado año la empresa que preside José Antolín incrementó su esfuerzo en I+D+i, hasta los 48,7 millones de euros, un 4 por ciento más que el ejercicio anterior, en el que destinó 46,8 milones. La multinacional bate así las cifras de 2009 tras la reducción registrada en 2010, cuando destinó 46,88 millones, cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que el año anterior la compañía registró un beneficio negativo antes de impuestos de 13,6 millones.
El número de proyectos de I+D que la multinacional, que nació en la década de los 50 como un pequeño taller mecánico en la capital burgalesa, ha desarrollado hasta el momento se eleva a 77, lo que han supuesto que el número de propuestas de mejora haya sido de 27.115 y que en los últimos diez años haya patentado 194 innovaciones técnicas.
El 5,22 por ciento de sus casi 13.000 empleados se dedican a trabajos de desarrollo tecnológico, porcentaje que ha disminuido desde el 5.90 del ejercicio anterior.
Esta apuesta por la innovación, que este año ha ascendido, ha permitido a Grupo Antolín no sólo convertirse en el primer proveedor español del interior del vehículo, sino
vestir a los top ten de ventas en el mundo de la automoción. En Europa y España provee de techos,
asientos, o puertas a los diez vehículos líderes en el mercado, cinco en el caso de Estados Unidos y en el de mercados emergentes como China o Brasil. La compañía burgalesa ha tenido claro que para escalar entre las grandes marcas tenía que asumir el ?acelerón? en innovación que debido a la crisis ha hecho la industria del automóvil, obligada a reducir costes de desarrollo y producción, mejorar en ventas con coches cada vez más funcionales y lograr una mayor diferenciación y personalización de las marcas. A esto se añaden las exigencias crecientes de sostenibilidad ambiental, que cada vez más forman parte esencial de las estrategias de los constructores de automóviles.
Esto obliga a una búsqueda constante de mejoras que no sólo permitan reducir el peso del vehículo y sus costes, sino también una mayor integración de nuevas funciones, fundamentalmente electrónicas, que mejor en el confort de los ocupantes, y que tengan unas mayores características de sostenibilidad.
Así, la compañía dirige su esfuerzo a la búsqueda de materiales termoplásticos con cargas de nanoarcillas y nanofibras de carbono, lo que permite conseguir mejores prestaciones de calidad, procesabilidad y resistencia. También se ha centrado en materiales con alta tasa de material recuperados, transformados además con nuevos procesos industriales alternativos más eficientes, y el desarrollo de tejidos inteligentes que incorporan sensórica de mando de funciones.