
La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) ha solicitado a las autoridades públicas las "medidas oportunas para garantizar el derecho al trabajo" el día de la huelga general.
En este setido, reclaman que se eviten presiones o coacciones, manteniendo el orden público y evitando las bochornosas y antidemocráticas actuaciones que, en algunas ocasiones, se han producido durante convocatorias similares de este tipo?.
Igualmente, el empresariado exige el "escrupuloso cumplimiento" de los servicios mínimos, especialmente en sectores esenciales para la Comunidad, tales como el transporte, la comunicación, el abastecimiento, la asistencia sanitaria y la libre circulación de las personas, así como la seguridad de las instalaciones empresariales. En su solicitud, las organizaciones empresariales se refieren también a medidas preventivas para asegurar el acceso a los puestos de trabajo de empresarios y trabajadores.
En este sentido, Cecale rechaza "cualquier tipo de coacción ejercitada por ciertos mal llamados piquetes informativos" con motivo de la huelga general y los conminó a ejercer su labor "con un respeto exquisito a los que decidan trabajar".
La patronal autonómica entiende que la próxima huelga general no está justificada, no existen "motivos suficientes" para su convocatoria y es "desproporcionada e insolidaria" y reclama de los convocantes el "respeto al derecho de empresarios, autónomos y trabajadores para asistir a sus puestos de trabajo y cumplir con sus obligaciones".
Los empresarios de Castilla y León afirman, a través de un comunicado de prensa, que respetan los derechos de los trabajadores y, por supuesto, el derecho a la huelga. Sin embargo, reclaman a los sindicatos convocantes, una "extrema responsabilidad" para que la jornada transcurra sin incidentes, de forma tal que todos los derechos sean ejercitados en igualdad de condiciones.
Aseguran desde Cecale que las asociaciones empresariales están recordando a los empresarios su derecho a denunciar cuantas irregularidades pudieran producirse y el derecho que poseen para el cierre patronal cuando las circunstancias concretas del desarrollo del 29 de marzo así lo aconsejasen.
A su vez y "dado el delicado momento que atraviesa España", hacen un nuevo llamamiento a los sindicatos convocantes para que "desistan de su actitud y afronten con solidaridad los problemas planteados sin demonizar al empresariado". Sostienen al respecto que la reciente reforma laboral, "lejos de suponer recortes a los derechos de los trabajadores y de abaratar los despidos, lo que persigue es cambiar el obsoleto mercado de las relaciones laborales para posibilitar la recuperación del nivel idóneo de empleo en el plazo más corto posible en ésta difícil coyuntura".