Caja-España-Duero despejará el resultado de las negociaciones para su fusión con Unicaja en siete días, según trasladó ayer Evaristo del Canto a los consejeros del banco creado por la entidad.
Los miembros del Consejo de Administración del Banco España-Duero conocieron ayer de primera mano el estado de las negociaciones con Unicaja para su fusión, paralizadas desde hace meses por las reticencias de Braulio Medel.
Según fuentes del Consejo, Evaristo del Canto, confirmó que las negociaciones siguen adelante y se espera que el resultado de las mismas se conozca en un plazo de siete días. El plazo dado por el Banco de España es el 31 de marzo.
Según estas fuentes, Del Canto se mostró "tranquilo" sobre el estado de la negociación, ya que Unicaja mantiene, según dijo, su apuesta por la fusión.
Los problemas que plantea Unicaja se centran en los 1.140 millones de más que tiene que provisionar la entidad andaluza por el riesgo al ladrillo que tiene Caja-Duero. Recientemente el Gobierno, elevó los ratios de dotaciones y capitalización que los bancos y las cajas de ahorro tienen que cumplir por sus créditos inmobiliarios.
Medel no quiere asumir ese dinero "extra" sin ninguna contraprestación y planteó al Banco de España un essquema de protección de activos para que el FROB asuma los nuevos "agujeros" que pueden surgir en el futuro.
El BDE sin embargo no ve viable esta opción ya que sólo puede aplicar a entidades nacionalizadas. Pese a las presiones, Medel mantiene su pulso y no parece dispuesto a ceder, lo que está obligando a buscar nuevas fórmulas que reduzcan el riesgo que tiene que asumir la entidad andaluza.
Una fusión en la cuerda floja
