Castilla y León

La economía de Ávila, más propia de un país emergente que de uno desarrollado

La estructura económica y productiva de la provincia de Ávila se asemeja más a la de países emergentes que a la de países desarrollados.

Estos datos, que se recogen en el estudio del Observatorio socioeconómico puesto en marcha en julio de 2010 por la Universidad Católica y la Cámara de Comercio e Industria, alertan de la necesidad de un plan de choque para Ávila que aproxime sus indicadores a los niveles de Castilla y León y del conjunto de España

Entre las conclusiones del informe destaca que la distribución del PIB por sectores se corresponde con la propia de las economías de países emergentes, como países latinoamericanos. Otro dato preocupante que se desprende del estudio es la pérdida de renta disponible real de los residentes en Ávila y una disminución de la competitividad de sus empresas, debido a que en el periodo 2009-2011 el incremento experimentado por el Índice de Precios al Consumo, IPC, ha sido mayor en la provincia que en Castilla y León y en el resto del país.

En cuanto a la tasa de paro con la que Ávila cerró el pasado ejercici fue de un 24 por ciento, levemente superior a la media nacional (21,6 por ciento), pero es más de siete puntos porcentuales superior a la de Castilla y León. La mayor proporción de parados provienen de la agricultura y la construcción, sectores que además presentan una baja productividad debido en parte a que éste último se basa en pequeñas empresas que realizan obras de reducida dimensión con medios técnicos poco avanzados.

Los aspectos económicos positivos constatados por el Observatorio pasan por la alta productividad de la industria abulense, especializada y alejada de la industria productora o transformadora de materias primas; y por la alta productividad de sus servicios, de alto valor añadido, tanto respecto a la comunidad como al conjunto del país. Sin embargo, y a pesar de que en la provincia el número de actividades de hostelería por cada 1.000 habitantes supera al de su entorno, tanto el grado de ocupación como la estancia media hotelera se aproximan a la media de Castilla y León, pero son notablemente inferiores a las cifras de ocupación y estancias medias del conjunto de España.

El estudio del Observatorio define la población de la provincia como envejecida y dispersa. El despoblamiento rural es similar al de Castilla y León, pero muy superior a la media española; ocurre lo mismo con la dispersión con datos como que el 91,1 por ciento de los municipios cuentan con menos de 1.000 habitantes. Además, la distribución de la población por comarcas no atiende a su extensión territorial ya que casi la mitad se concentra en la comarca que incluye a la capital.

Por otra parte, el crecimiento vegetativo negativo que se constata pone de manifiesto la ausencia de un volumen suficiente de población joven capaz de garantizar el relevo generacional y la población residente extranjera es insuficiente para corregir este contexto demográfico. Una situación que agravan datos como que el 80,6 por ciento de los municipios han perdido población en la última década y la alta tasa de población dependiente, con un elevado índice de masculinización.

La peor situación se ha detectado en la comarca de El Barco- Piedrahita que cuenta con una pirámide poblacional invertida. En ella el índice de infancia es extremadamente bajo y el de vejez extremadamente alto. La tasa de mortalidad es doce puntos superior a la de natalidad y la densidad de población es de 7,5 habitantes por kilómetro cuadrado.

Las variables de índole social de la provincia de Ávila en el año 2011 sacan a la luz otras carencias como un notable déficit de médicos y personal sanitario, con excepción del personal de enfermería, respecto a la comunidad y al resto del país. En el aspecto sanitario, el estudio revela que la incidencia de tumores es un 11,3 por ciento menor que en Castilla y León y un 6,6 por ciento menor que en España. El gasto farmacéutico medio por habitante es superior a la media regional y nacional.

También se detecta un menor equipamiento relacionado con las TIC en los hogares abulenses. En Ávila, el 45,3 por ciento tiene ordenador y el 21,9 por ciento, acceso a Internet; mientras que para el conjunto de España los porcentajes respectivos son del 53,6 por ciento y del 42 por ciento.

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