Castilla y León

Movimientos a la vista en las sociedades de garantía recíproca

En el desierto de financiación que atraviesa desde hace años la economía española, las sociedades de garantía recíproca (sgr) han constituido durante estos años de dura crisis auténticos <

El funcionamiento de las sociedades de garantía recíproca es sencillo. Con las aportaciones realizadas por las Administraciones Públicas regionales, los bancos y cajas de ahorros y los propios empresarios, las sgr constituyen avales sobre los créditos solicitados por el sector productivo para poder mantener su actividad y evitar echar el cierre. Es una fórmula que permite salvar la resistencia de las entidades financieras, ya que no tienen que provisionar el riesgo de esos préstamos al tener las garantías de cobro.

El deterioro de las cuentas de los gobiernos autonómicos, atenazados por las exigencias de reducción del déficit, y las necesidades de las entidades financieras de aumentar sus provisiones por el riesgo inmobiliario, pueden suponer una drástica disminución de sus aportaciones. A eso hay que añadir que algunas de estas sociedades pueden haber sufrido un deterioro nada desdeñable en sus balances por calcular mal el riesgo, la morosidad o simplemente porque la crisis ha impedido la continuidad de algunos proyectos empresariales en principio solventes.

Los efectos inmediatos pueden ser una contracción en el volumen de avales que las sociedades de garantía recíproca han puesto hasta ahora a disposición de pymes y autónomos para facilitar circulante. Pero también habrá que tener en cuenta los daños que las sgr han tenido en sus balances por operaciones fallidas.

¿Nos encontramos, igual que ha ocurrido en el sector de las cajas de ahorros, ante un nuevo proceso de rescate? No sería de extrañar que en los próximos meses veamos operación de fusión/absorción de las más debilitadas. Al Gobierno le sale así otro frente más para solucionar los problemas de financiación. El asunto preocupa y comienzan a darse ya los primeros pasos.

Rafael Daniel, delegado de El Economista en Castilla y León

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