
El sindicato UGT ha pedido por carta al presidente de Caja España-Caja Duero, Evaristo del Canto, y al director general, José María de la Vega, que adopten las "medidas necesarias" para que se retornen los 520.000 euros que ha cobrado Francisco Fernández en concepto de prejubilación de la entidad.
Según argumenta UGT en la citada carta, se aplican a Fernández las condiciones de un ERE "al que no se ajustan sus circunstancias personales", pues además de amortizados todos los puestos de trabajo que contemplaba el expediente de regulación, "si hubiera sido ampliado antes que él, hay aproximadamente 100 compañeros que le preceden, con méritos profesionales superiores".
"Es más, como integrante del Consejo de Administración de la extinta Caja España, Fernández es uno de los responsables de la delicadísima situación que atraviesa hoy España-Duero", añade en la misiva UGT, que sostiene que los empleados están "sorprendidos e indignados".
Si Del Canto no toma medidas, este sindicato anuncia que lo hará él mismo y "exigirá las responsabilidades a quien haya autorizado semejante despropósito".
Poco antes, El exalcalde socialista de León Francisco Fernández, de 56 años, ha explicado que la prejubilación que recibirá de Caja España-Duero, 520.000 euros, "no tiene ninguna relación" con su condición de directivo de la entidad financiera ni como representante público en la misma, sino "exclusivamente" como trabajador que accedió a la caja con 18 años.
En un comunicado recogido por Europa Press, Fernández ha explicado que la cantidad establecida en esta prejubilación "se ciñe escrupulosa y legalmente a las condiciones incluidas en el ERE" que acordó la entidad con los sindicatos en el momento de la fusión entre Caja España y Caja Duero.
Por ello, el exalcalde y exvicepresidente de la entidad ha precisado que la prejubilación "es la misma, en idénticas condiciones, que la de cualquier trabajador prejubilado en ambas entidades" al tiempo que ha recordado que este ERE afecta a unos 825 empleados.
En su única declaración pública realizada al respecto, Francisco Fernández insiste en que es un trabajador como cualquier otro, con más de 33 años de antigüedad, y asume las condiciones laborales pactadas en el ERE de su empresa, "exactamente igual que otra persona que se ha prejubilado en Caja España y en Caja Duero".