
Caja España-Duero y Unicaja no quieren perder más tiempo. Las dos entidades pretenden acometer de manera inmediata su integración efectiva después de que la asamblea de la castellana diese ayer su visto bueno a la fusión dos días después de hacerlo la andaluza.
La Asamblea General de Caja España-Duero ha aprobado este lunes el proyecto de integración con Unicaja, a través del contrato de integración correspondiente, lo que se produce después de que los Consejos de Administración de las dos Cajas de Ahorros dieran luz verde al contrato de integración correspondiente el día 7 de septiembre. La Asamblea General de Unicaja también aprobó la integración en su reunión del pasado sábado.
El paso siguiente será, en su caso, la obtención de las autorizaciones administrativas pertinentes y el otorgamiento de la escritura de la operación. De forma simultánea, están previstos los trabajos internos de integración, desde todas las vertientes operativas. El objetivo es que el 1 de enero del próximo año ya se opere como una única entidad.
El contrato de integración entre Caja España-Duero y Unicaja recoge las líneas de actuación para el desarrollo de la integración de las dos entidades, que dará lugar a la creación de un grupo financiero consolidable. Entre estos aspectos, figura la participación que las Cajas tendrán en el grupo, y en particular, en el capital del banco a través del que se lleve a cabo el ejercicio indirecto de la actividad financiera. Dicha participación será del 70% para Unicaja, y del 30% para Caja España-Duero.
El actual presidente de Unicaja, Braulio Medel, ostentará la condición de presidente ejecutivo y primer directivo del banco y del grupo. El actual presidente de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, ostentará la condición de vicepresidente ejecutivo y consejero delegado. El nuevo grupo y, en particular, el banco tendrá su sede social en Málaga. Sin perjuicio de ello, se mantendrán servicios operativos centrales del grupo que se corresponderán con las sedes operativas actuales de ambas Cajas -Málaga, Ronda, León y Salamanca-, así como en Madrid.
La entidad que resulte de la integración de Caja España-Duero y Unicaja se constituirá como el tercer grupo de Cajas en España, con un volumen de activo total superior a 80.000 millones de euros. El nuevo grupo partirá de un volumen de negocio cercano a los 122.000 millones de euros, una red integrada por más de 1.700 oficinas y una plantilla superior a los 9.000 empleados. La actuación de la nueva entidad estará soportada en un Plan de Negocio, que muestra la viabilidad del proyecto.
El nuevo grupo financiero permitirá aunar, por un lado, las ventajas propias de una integración de negocios (máxima cohesión, masa crítica, optimización de costes y estructura, transparencia, etc.); y, por otro, la preservación de la personalidad jurídica de cada Caja de Ahorros y de su identidad territorial, así como el mantenimiento de su Obra Social mediante la continuidad de sus ingresos; y una gestión separada de la del negocio financiero y próxima al territorio de origen.
La unión de Unicaja y Caja España-Duero, desde una posición de liderazgo financiero en sus respectivas regiones de origen y una sólida posición de recursos propios desde su inicio, presenta una notable complementariedad, posibilita el logro de sinergias, una mayor diversificación en el negocio, potencia la capacidad de servicios a la clientela y amplía las oportunidades de desarrollo profesional de la plantilla.
Abierta al capital privado
Pese a haber llegado al punto final de una operación que las convierte en la tercera entidad de ahorro del país, con más de 80.000 millones de activos, las dos cajas no desisten en explorar las posibilidades recogidas en el contrato de integración para ceder el 20 por ciento de su accionariado a capital privado. El propio presidente de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, explicó durante la asamblea que una ver hecha efectiva la fusión ese porcentaje de participación "estará abierto a socios externos", lo que permitiría reducir del 10 al 8 por ciento la ratio de capitalización exigida por el supervisor. En algunos medios se apunta a la entrada de aseguradoras como Aviva y Maphre en la operación, aunque otras fuentes hablan de la posibilidad de que no pudiesen cubrirlo este porcentaje y finalmente pueda entrar también algún grupo empresarial tanto de Castilla y León como de Andalucía, lo que permitiría mantener a las dos entidades su vínculo territorial. Esta última opción, sin embargo, se retrasaría hasta que se estabilicen los mercados.