
Jaque mate de David Álvarez a sus hijos díscolos. Un juzgado ha anulado la junta en la que cinco de sus hijos le expulsaron como presidente del Consejo de El Enebro, la propietaria de Vega Sicilia.
David Álvarez ha recuperado el control de todos sus negocios. Primero fue Eulen y ahora es la sociedad El Enebro, dueña de Bodegas Vega Sicilia, donde un juez le ha restituido como presidente.
Hace unas semanas, un juzgado ya reconocía los derechos políticos sobre el 70 por ciento del capital social de El Enebro a David Álvarez y dos de sus hijos y ahora otro magistrado le ha devuelto "de hecho" el control de la sociedad patrimonial al empresario.
La sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid del pasado 13 de julio considera nula de pleno derecho la Junta General Extraordinaria de El Enebro que se celebró el 18 de enero de 2010, así como todos los acuerdos adoptados por dicha Junta y por el Consejo de Administración nacido de la misma y la de todos los acuerdos posteriores de dichos órganos que tengan su origen en esa reunión.
En aquella Junta, David Álvarez Díez y sus hijos leales, Jesús David y María José, fueron expulsados por sus otros cinco hijos y hermanos (Pablo, Juan Carlos, Emilio, Elvira y Marta) del Consejo de Administración de El Enebro, privando al de su condición de presidente de la sociedad y de algunas de sus participadas más importantes, como Bodegas Vega Sicilia, y Bodegas Alión.
Como consecuencia de la resolución judicial, David Álvarez y sus hijos serán reintegrados a la posición que ocupaban antes del 18 de enero de 2010, como presidente y consejeros de El Enebro.
Fuentes próximas al empresario han indicado que solicitarán la ejecución de la sentencia. La decisión judicial puede tener gran trascendencia en la continuidad de proyectos como la bodega que Vega Sicilia levanta con la familia Rothschild en La Rioja .
Estas dos victorias se suman a la que el empresario leonés obtuvo el pasado año, cuando un juzgado obligó a convocar una junta en el gigante de servicios Eulen, en la que David Álvarez hizo valer su mayoría y disolvió el consejo para convertirse en administrador solidario junto a su hija María José.