
Después de cuatro años de crisis el mundo de la empresa ha realizado numerosas propuestas a los distintos gobiernos a fin de contribuir a la recuperación y, lo que es más importante, al sostenimiento y creación de empleo.
En muy pocas ocasiones la empresa ha sido escuchada de manera proactiva por el gobierno de la nación. Ahí tenemos el resultado de la minirreforma laboral. Una pena. Después de haber alcanzado unavtasa de paro en España del 20,7 porciento (casi 5 millones de dramas, doscientos mil en la Comunidad de Castilla y León) se sigue sin escuchar a aquellos que podrían tener la posibilidad de crear rempleo.
Es por ello por lo que cada vez más se viene instalando la teoría de "la autodependencia". Me explico. El empresario, desde las organizaciones, persevera en su línea de comunicación y propuestas hacia la sociedad y el gobierno.
Pero tras el poco éxito en su influencia, empieza a centrarse, a priorizar, a trabajar sobre aquellas cuestiones que realmente dependen de su acción. Podríamos enumerar varios de los temas en lo que el empresario está focalizando su tiempo.
En primer lugar en el ajuste de costes; desde 2007, cuando aún se negaba oficialmente la crisis en España muchas empresas comenzaron a reducir gastos. Claro que todo tiene un límite. Después de cuatro años varias compañías han estirado al máximo su política restrictiva de costes, de modo que cada vez tienen un margen menor para gestionar los gastos (a algunos sólo les falta cerrar).
En segundo lugar, lo que están haciendo las empresas con ganas de continuar la actividad es salir al exterior. Y es que fuera "no hace tanto frío". La prueba está en que cada vez más son las empresas que realizan consultas de cara a una posible internacionalización. No es un tema sencillo, pero seguramente sí lo sea másque seguir haciendo lo mismo y de la misma manera en España.
En tercer lugar, las empresas están apostando por la innovación y la tecnología. Sin duda es uno de los puntos que están haciendo ayudar a que las empresas sean diferentes. La I+D+i es uno de los aspectos diferenciales en las empresas y es que, sólo los que sepan hacer las cosas mejor y de manera diferente, no serán prescindibles en los mercados. Ahora bien, este discurso que parece tener todo el sentido del mundo, se choca de bruces con una educación y cultura empresarial que lleva una década olvidando esta apuesta;recordamos cuando el ladrillo era una mejor alternativa a la investigación y el desarrollo?.
El cuarto aspecto en el que están trabajando las empresas tiene mucho que ver con las personas. Eso sí que depende de nosotros.Trabajar más y mejor. Las organizaciones que sean capaces de involucrar en el nuevo "modus operandi" a todos sus directivos, colaboradores y trabajadores, serán aquéllas que adquieran la inercia necesaria para obtener la fortaleza suficiente para el futuro. En la medida que las organizaciones cambien y logren un compromiso común con el proyecto, tendrán más sencillo sobrevivir a esta crisis, salir fortalecido de ella y ocupar una posición de liderazgo cuando se produzca la nueva y deseada etapa de expansión.
En resumen, empieza a ser más productivo pensar y hacer los deberes que dependen de la propia empresa,que esperar a que nos vayan a solucionar los problemas otros a los que pagamos con nuestros impuestos para que hagan bien su trabajo. Una pena, pero es así.
Director de Empresa Familiar de CyL