Las aguas siguen revueltas en Gullón. Laprincipal accionista ha dejado fuera del nuevo Consejo a sus tres hijos "díscolos", a los que además ha sancionado con tres días sin empleo y sueldo.
La Junta de accionistas celebrada ayer volvió a evidenciar las diferencias entre la familia propietaria de la principal galletera española. Un año después de disolver el Consejo de Administración, la principal accionista y administradora única ha creado de nuevo este órgano aunque deja fuera a dus tres hijos díscolos.
El nuevo Consejo estará integrado por María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas, su hija Lourdes, la única que le ha sido fiel durante la guerra que ha mantenido con sus otros vástagos y Salvador Ruiz Gallud, inspector de Hacienda del Estado en excedencia y asesor fiscal del director general, Juan Miguel Rodríguez Gabaldón, cuyo despido provocó el enfrentamiento.
La Junta ha estado precedida de la sanción que la dueña de Gullón impuso a sus tres hijos díscolos de tres días sin empleo y sueldo acusados de haber insultado supuestamente a una representante sindical.
María Teresa Rodríguez destacó la importancia de la presencia de Ruiz Gallud en el órgano de administración y afirmó que está "familiarizado" con el negocio de la sociedad. "Creo firmemente que la profesionalización es la clave de un futuro estable y de éxito para Galletas Gullón", afirmó la máxima accionista en un comunicad
En la junta, de carácter ordinario, se aprobaron las cuentas del ejercicio 2010, que arrojan un incremento de la facturación del 10%, hasta 174,4 millones de euros, y un beneficio de 20,6 millones, que los accionistas han acordado reinvertir íntegramente en la compañía.
La presidenta atribuyó el crecimiento de Galletas Gullón en los últimos años "la la decidida apuesta de la compañía por la investigación, el desarrollo y la innovación", con inversiones de más de tres millones de euros anuales. Actualmente, más del 50% de la facturación proviene de los productos saludables.
Además, avanzó que la tercera planta industrial del grupo, cuyas obras están "muy avanzadas", comenzará a funcionar este mismo año. Esta instalación, que cuenta con un presupuesto de 48 millones de euros y que generará 200 nuevos empleos, ampliará el catálogo de productos de Gullón y permitirá a la compañía continuar con su plan de expansión internacional y llevar sus productos a más de los 67 países del mundo con los que ya mantiene relaciones comerciales.
