
Tras recuperar el control del gigante empresarial Eulen, David Álvarez ha pedido al juez que se le reconozcan los derechos políticos que le dan mayoria en El Enebro, a la que pertenece Vegasicilia.
Nuevo episodio en la guerra entre David Álvarez y sus hijos por el control del patrimonio empresarial familiar. Si hace unos meses el patriarca lograba recuperar el poder de Eulen al disolver el consejo y convertirse en administrador único, el pasado martes se ha celebrado la vista oral en la que Álvarez pide que se le reconozcan los derechos políticos en El Enebro, propietaria de las bodegas Vega Sicilia y la sociedad Valle del_Esla, dedicada al sector cárnico.
Los cinco hijos díscolos del empresario destituyeron hace varios meses a David Álvarez como presidente del consejo y a sus vástagos fieles como consejeros y se hicieron con el control de la sociedad patrimonial.
David Álvarez repartió hace años entre sus siete hijos las acciones de la sociedad pero se reservaba los derechos políticos del 51 por ciento del accionariado, que sus hijos díscolos no reconocen.
La decisión judicial no sólo puede devolver el control de El Enebro a David Álvarez sino que también puede afectar a las operaciones realizadas desde enero de 2010, entre ellas la alianza con los Rothschild para montar una bodega.