
"El aprendizaje está ligado a la emoción, solo aprendemos aquello que nos emociona". Así lo afirma Jorge Manjón, pedagogo y uno de los profesores del C.P.E.I.P. Rural Sendas, un centro rural innovador que abre este curso en la localidad salmantina de Gomecello. Sendas pretende enseñar con la emoción, más allá de exámenes, deberes y libros de texto. Su filosofía es una educación basada en el respeto, en el fomento de la autoestima donde los niños y niñas son el centro del proceso educativo.
En su decálogo se definen como privado y laico, es el primer centro unitario de pedagogías activas para infantil y secundaria en la comunidad homologado por la Junta de Castilla y León.
Ventajas del entorno rural
Los impulsores del proyecto han recuperado la antigua escuela rural del pueblo, cerrada por falta de alumnos. Creen que el contacto con la naturaleza es una ventaja. "No queríamos un patio de hormigón, queríamos césped, arboles, un huerto, pájaros", comenta Begoña Álvarez, madre y una de las promotoras del C.P.E.I.P. Rural Sendas. Begoña defiende las bondades de la escuela rural donde el entorno es una de las "fortalezas del proyecto, ya que permite aprender de manera más vivencial". Además facilita la creación de una comunidad educativa más cercana "donde se educa entre todos mediante un conocimiento mutuo entra familias, docentes y habitantes del pueblo", añade.
Sin embargo también tiene sus desventajas: están a 14 kilómetros de Salamanca y los desplazamientos suponen "un obstáculo para muchas familias", en palabras de Begoña, ya que la Escuela Rural Sendas está abierta a alumnos de toda la provincia, Salamanca capital incluida. A punto de empezar el curso 2017-18 han superado todos los requisitos legales y han alcanzado el número mínimo de alumnos para poner en marcha el centro.
Pedagogías activas y aprendizaje
Una de las novedades de Sendas es la aplicación de pedagogías activas que toman el aprendizaje como un proceso activo y creativo entre los alumnos. "La enseñanza no es un proceso pasivo de recepción de información, en las metodologías activas el alumnado aprende en un contexto real" señala Jorge Manjón, pedagogo y profesor del centro. Ubicarse en un entorno rural ayuda aplicar esa metodología.
"En lugar de libros de texto se utilizan materiales manipulativos, se parte del interés del alumno y el papel del docente es fundamental para guiar esa curiosidad", indica Jorge.
Se trabaja por proyectos que proponen los alumnos, "rincones pedagógicos donde el alumnado encontrará los recursos necesarios para su propio aprendizaje de manera autónoma y cooperativa", apunta el educador.
Aprender jugando
No obstante no reniegan del libro de texto. "No son el enemigo, ni los malos, lo negativo para el aprendizaje es centrarse solo en el libro de texto", concreta Jorge.
Por eso uno de los métodos es aprender mediante el juego, algo que todavía provoca "cortocircuitos mentales" en algunas personas, según reconoce Begoña. Para el equipo educativo de Sendas, aprendizaje y disfrute van unidos.
"Tradicionalmente se ha asociado el aprendizaje al esfuerzo, al sufrimiento a hincar los codos", lamenta la impulsora de Sendas. Sin embargo, "¿por qué no aprender a sumar y restar jugando a los supermercados en lugar de haciendo cuentas interminables sobre un papel?", pregunta Begoña.
Falta de formación, universidad y escuela pública
Cada vez son más los padres que apuestan por las pedagogías activas en España. "La música suena bien aunque hay mucha incertidumbre y desconocimiento", admite Begoña. El crecimiento en los últimos años es exponencial. Académicamente no hay estudios globales que comparen esta metodología con respecto a la tradicional. "Sí está comprobado que los alumnos alcanzan mayor iniciativa y espíritu crítico", menciona Begoña.
Uno de los problemas es que en las facultades de educación "aún no se habla de estos modelos ni se educa a los educadores al respecto", critica.
Sin embargo, "en la propia universidad ya se exige el aprendizaje basado en proyectos, con lo que resulta lógico que empecemos la casa por los cimientos, no por el tejado", alega la impulsora de Sendas.
En ese sentido, Begoña comenta que existe una complejidad añadida para implantar este modelo en la escuela pública puesto que "es necesario un equipo directivo y un acuerdo entre docentes para iniciar el cambio", concluye.