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El Colegio Padre Piquer de Madrid exporta su modelo educativo, basado en el aprendizaje colaborativo y la integración

El Colegio Padre Piquer de Madrid exportará algunas de las claves de su modelo educativo a otros centros de la Fundación Montemadrid y a otros centros en Cataluña, después de 13 años desarrollando e implantando un sistema basado en el aprendizaje colaborativo, la inclusión de los alumnos en las aulas y la colaboración entre profesores, según han explicado sus responsables.

El colegio, que tiene más de 1.100 alumnos de ESO, Bachillerato y FP Básica, de Grado Medio y Grado Superior, recibió el pasado fin de semana la distinción por la que pasará a formar parte de la red internacional de 'Colegios Changemakers' de la organización Ashoka, en reconocimiento a su labor como "agentes de cambio" a través de la innovación educativa.

El director general del centro, Ángel Serrano, ha explicado que la aplicación de nuevos criterios de organización del aprendizaje no está reñida con la obtención de buenos resultados académicos y ha subrayado que, pese a que el centro está situado en una zona "de nivel sociocultural bajo" (el barrio de 'La Ventilla' de Madrid), con alumnos procedentes de 31 nacionalidades (un 45% de los estudiantes es extranjero), obtiene un "éxito del 85% en todos los niveles" y el absentismo escolar es "prácticamente inexistente".

Así, considera que esta fórmula favorece "mucho más" la integración de los alumnos y facilita que los alumnos tengan oportunidades de desarrollarse "independientemente de su origen o procedencia". "No es un modelo solo para pobres, los buenos se hacen mejores y a los que les cuesta más sienten que por fin tienen una oportunidad", ha subrayado.

PROYECTOS EN LUGAR DE ASIGNATURAS

El colegio ha abierto sus puertas este martes para mostrar su metodología de trabajo en el primer ciclo de enseñanza secundaria (1º y 2º de ESO y, progresivamente, también 3º). En estos cursos, los estudiantes trabajan todas las asignaturas en un "aula cooperativa multitarea" en las que estudian alrededor de 50 alumnos mediante la metodología de proyectos, en lugar de recibir lecciones de cada asignatura de forma independiente.

La propuesta educativa se centra en la realización de actividades en colaboración para las que han de emplear los recursos disponibles en el aula, utilizar las tecnologías y aplicar los conocimientos de distintas áreas.

Según ha explicado el coordinador de Innovación Educativa del colegio, Gregorio Casado, los conocimientos no se imparten desde áreas estancas de lengua, matemáticas, inglés, sociales o naturales, sino que se establece primero un "marco" de desarrollo humano y de aprendizaje, dentro del cual se trabajan los conocimientos.

"El trabajo que se desarrolla en las aulas se parece mucho más a lo que hacemos en la vida -ha indicado el coordinador de Innovación Educativa del colegio, Gregorio Casado- No se trabaja con libros de texto sino con proyectos y los recursos que necesitan para hacer sus tareas están disponibles en el aula".

Para ello, cada aula cuenta con, al menos, tres profesores, para atender y guiar las necesidades de cada alumnos, y reforzar las de aquellos con dificultades especiales o un mayor retraso educativo, a quienes el centro procura "no sacar del aula" para favorecer su integración en el grupo. "Muchos chicos, cuando llegan a un colegio ven más pasillo que aulas", ha lamentado Serrano.

Aún así, el centro tiene un aula especial llamada 'Aula de enlace' en la que estudian los alumnos procedentes de otros países y que no conocen el español. En esta clase, dedican hasta un curso completo a aprender la lengua y, progresivamente, se van incorporando a los grupos que les corresponden por edad.

EL AULA, NO LOS DEBERES

En el caso de los deberes, algunos profesores del centro han reconocido que les "inquieta" la cuestión de "qué deberes mandar" a sus alumnos, en parte porque estos vienen "bastante chamuscados" de la Primaria en este sentido.

"Los chicos tienen que trabajar pero intento esforzarme para que los deberes sean una manera de expresarse ellos, que sean un reto. Quiero romper con la dinámica de que los alumnos son buenos porque repiten lo que tú dices", ha explicado uno de los docentes.

Por otra parte, una de las profesoras ha subrayado que, por las características de los alumnos que asisten al colegio, "en muchos casos, cuando vuelven a casa están solos" o "aunque estén sus familias, tienen niveles culturales tan bajos que no les pueden ayudar".

Por ello, ha indicado que la estrategia del centro consiste en "rentabilizar al máximo el trabajo en las aulas" para que la obtención del conocimiento no dependa tanto del trabajo que hacen en casa. Adicionalmente, impulsan una red de actividades pedagógicas fuera del ámbito de la escuela para que los menores no pasen tiempo en la calle y en el colegio sea como "empezar desde cero todos los días". "La calle muchas veces les lleva en otra dirección que la que enseña el centro", ha recordado el director.

En todo caso, han impulsado la creación de un Servicio de Atención a Familias y Alumnos desde el que pretenden ofrecer respuestas a las familias para resolver las problemáticas y aportar asesoramiento y mediación.

Para Serrano, desde los 13 años que hace que llevan a cabo esta metodología escolar, además de la mejora de los resultados académicos de los estudiantes, los tres principales "logros" que han cosechado son "recuperar la ilusión de los niños por ir al colegio", "recuperar la ilusión y la confianza de los padres de ver que sus hijos aprenden" y "recuperar la ilusión y la alegría de los profesores" debido a que "ven que pueden trabajar juntos y conseguir cambiar cosas".

En el caso de los profesores, algunos de ellos han explicado que, al haber varios docentes en cada aula, son capaces de atender mejor a las necesidades de los alumnos y estos dejan de depender tanto de los profesores. Por otra parte, pueden apoyarse entre sí y compensar el "desgaste" que puede suponer la atención permanente a la clase, según han indicado.

PIDEN UN PACTO DE "ESTABILIDAD" EN EDUCACIÓN

Serrano ha explicado que la metodología del centro se ajusta a la legalidad desde el punto de vista de la legislación educativa por que la regulación de Educación en la Comunidad de Madrid permite que los centros desarrollen sus propias metodologías y modelos educativos bajo supervisión. "Metodológicamente hacemos lo que dice la ley de otra manera. En lugar de utilizar los recursos que ofrece la ley usamos otros", ha puntualizado.

Aún así, ha asegurado que es "muy disturbador" para los centros que "con cada cambio de gobierno se haga una ley nueva" en materia de Educación, porque "no les deja trabajar tranquilos con una visión de estabilidad de ocho o diez años". "No sé si lo resolveremos algún día en España pero tenemos que intentarlo, porque es algo básico. En educación es muy importante", ha subrayado.

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